La cocina se le ha quedado pequeña (1)

Pau Albornà

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El Palau Robert acoge una gran exposición sobre elBulli y Ferran Adrià

“Ya no es un cocinero, es mucho más que eso. Se ha convertido en un divulgador, alguien que ha sido capaz de cambiar por completo su oficio para introducir una nueva concepción de entenderlo y llevarlo a cabo a nivel mundial.” Éstas y palabras similares se oían esta mañana en el Palau Robert de Barcelona para referirse a alguien oriundo de l’Hospitalet de Llobregat pero adoptado por la lunática tramuntana de l’Empordà. Como Salvador Dalí, pero también Steve Jobs o Eduard Punset en sus respectivos sectores, Ferran Adrià ha tocado techo como cocinero y en la gastronomía, erigiéndose como el chef más influyente a.E. y d.E. –léase, antes y después de Escoffier.

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El equipo de elBulliFoundation en la presentación de la exposición del Palau Robert.

“Conceptualmente, hoy y aquí empieza elBulliFoundation”, esta afirmación de Ferran Adrià ejemplifica  la misión a la que a partir de ahora dedicará su vida: divulgar las bondades de la revolución culinaria que ha vivido España. Y lo hará a través de una potente plataforma formada por un gran equipo de profesionales, colaboradores y empresas con el objetivo de poner las herramientas sobre la mesa para que la humanidad las utilice. “Queremos hacer una wikipedia de la alta cocina, el espíritu de elBulli debe continuar”. Tócala otra vez, Sam…

Hoy se ha inaugurado “la primera exposición del mundo a gran escala dedicada a un restaurante”, según ha afirmado el propio Adrià, y es que Ferran Adrià y el Bulli: Riesgo, libertad y creatividad es una muestra única de lo que ha sucedido en Cala Montjoi durante finales del siglo XX y principios del XXI, entre 1961 y 2011 concretamente, periodo en el se han creado 1846 platos y un sinfín de técnicas y nuevos hábitos que han transformado este mundo al que solemos llamar cocina.

La exposición abrirá sus puertas al público de forma gratuita a partir del 2 de febrero y permanecerá en el Palau Robert del céntrico Passeig de Gràcia de la ciudad condal hasta el 3 de febrero de 2013. Se trata de una retrospectiva cuyo gran valor es haber sido pensada y realizada por los propios protagonistas de la historia; una especie de drapairestraperos, en catalán, según Pau Arenós, uno de los asesores de la exposición– que han ido recolectando y guardando durante años miles de fotografías, recuerdos, objetos, e-mails… que ahora han juntado para ser expuestos y poder dignificar. “En el Palau Robert hay solo un 10% del material que tenemos almacenado, cuyo destino será formar parte del museo-centro que se hará en Roses, de 4.000m² y ocho veces mayor que esta exposición”, ha afirmado Adrià, que como en la cocina, ahora pretende “cambiar la concepción de lo que es un museo”.

Ferran Adrià y el Bulli: Riesgo, libertad y creatividad está divida en diferentes ámbitos expositivos que repasan toda la trayectoria del restaurante más influyente del mundo:

  • Los reconocimientos

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    El cartel de la exposición.
  • elBulliFoundation
  • Los orígenes
  • La síntesis evolutiva
  • En busca de un estilo
  • El momento del gran cambio
  • Momento 0
  • La consolidación de un estilo
  • elBullivirus
  • El espíritu de elBulli.

Podemos ver imágenes inéditas del matrimonio Schilling, los dueños de los buldogs franceses a los que Marketta llamaba “bullis”; de un Ferran Adrià en su época más futbolera con greñas a lo Maradona, de un rockero Juli Soler que iba a Londres a comprar discos y los pasaba de contrabando para revenderlos en la España franquista, o de un jovencísimo Albert Adrià de uniforme en la mili. La parte fundamental de la exposición pasa por el formato audiovisual ya que cuenta con más de 70 clips que van desde el camino a recorrer para llegar a Cala Montjoi o una proyección holográfica de una mesa del restaurante, hasta pequeños vídeos de todas las técnicas y elaboraciones que se han creado en elBulli.

También existen metáforas del proceso creativo, como el “Momento 0”, una reflexión que antepone los conceptos y técnicas a las recetas en cuanto a importancia creativa. Finalmente, podemos ver todos los platos de la historia de elBulli en un montaje, donde Ferran Adrià designa a la Menestra de verduras en texturas como el símbolo de la revolución. “Si tuviera que quedarme con un objeto elegiría la caja de bombones y chocolate”, ha dicho Albert, mientras que Ferran se decantaba por la portada del Financial Times después de anunciar los dos años de cierre: “elBulli necesitaba un drama para volver con fuerza”.

La exposición se presentará en Nueva York durante 2013 y posteriormente irá a Londres para desplazarse en una gira mundial. Durante 2012 el Palau Robert organizará un programa de actividades educativas dirigidas a alumnos de primaria, secundaria, bachillerato, escuelas de hostelería y universidades –ya hay más de 200 centros confirmados. También se realizará un ciclo de audiovisuales en el que se podrán ver del tirón documentales como elBulli: Cooking in progress, Documenting Documenta o elBulli LastWaltz.

La saturación mediática que provoca Ferran Adrià en los medios suele cansar a los que escribimos su nombre miles de veces… pero la historia no va de un periodista que sufra Síndrome de Estocolmo, sino de personas que tenemos la suerte de ser contemporáneas de alguien que ha cambiado la historia de la cocina.

Un genio al que ahora se le dedica una exposición. Y en vida…