Cuando el viñedo sabe a Aponiente: Yodo

Pilar Salas

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Si el sumiller Juan Ruiz Henestrosa había conseguido conjugar a la perfección la cocina oceánica de Ángel León con la excelsa bodega que ha creado para Aponiente, su unión con el ya desaparecido enólogo de Bodegas Lustau, Manuel Lozano, parió Yodo, un fino en rama que lleva el viñedo al mar.

Angel Leon-Yodo«Color amarillo con reflejos dorados, punzante en nariz y con aromas a sal y bajamar. En boca es suave, delicado y extremadamente seco». Es la nota de cata de los creadores de este vino marinero de edición limitada, con sólo mil botellas que tienen como único destino el molino mareal de Aponiente, con dos estrellas Michelin en El Puerto de Santa María (Cádiz).

Yodo es también el legado de Lozano, el capataz de Lustao que falleció en abril, reconocido siete años consecutivos como Mejor Enólogo de Vinos Generosos del mundo. Gracias a su trabajo con Henestrosa, Premio Nacional de Gastronomía al Mejor Sumiller, este vino es la mejor selección de las andanas cercanas al mar de las Bodegas Lustau.