Ciudad del Cabo, destino gastro de cabo a rabo

Belén Parra

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Una de las revelaciones que dejó la 50 Best anunciada en Bilbao fue la incursión, justo cerrando el ránking, de un restaurante sudafricano. Es el Test Kitchen de Luke Dale-Roberts, probablemente el más solicitado de Ciudad del Cabo. Me gusta que, a pesar de perder posiciones respecto a ediciones anteriores de la Fifty, su inclusión sirva para poner el foco en un destino gastronómico al que convendría seguir aún más de cerca. Lo digo tras viajar allí por pura curiosidad, intereses varios y la documentación justa como para dar chance al efecto sorpresa. Sobre el terreno, descubrí de nuevo que vale más contarlo a que te lo cuenten y que las guías siempre se dejan algo por contar.

Ciudad del Cabo, destino gastro de cabo a rabo 0

Tras el decepcionante paso por Johannesburgo, ciudad que no ha sabido capitalizar el Mundial de Fútbol de 2010, puse rumbo a Ciudad del Cabo, mi gran esperanza gastronómica. Con las recomendaciones justas y poco entusiastas de amigos y saludados, no quedaba otra que lanzarse a la aventura de probar sin conocer demasiado. Para mi suerte, la segunda ciudad más poblada de Sudáfrica es el día respecto a la noche que supone la capital del país.

El chef Arno Janse en la cocina de su restaurante durante uno de los servicios. Foto: Belén Parra
El chef Arno Janse en la cocina de su restaurante durante uno de los servicios. Foto: Belén Parra

La calle está viva, luce, vibra y así lo hacen también sus locales de ocio y restaurantes. La clasificación se hace difícil ante una oferta tan amplia como diversa pero, en cualquier caso, hay que celebrar la efervescencia culinaria de una ciudad que bien merece la escapada.

Uber mediante, Ciudad del Cabo da para mucho. Desde el puerto hasta la Table Mountain –hay nombres muy clarificadores-, no veáis la de propuestas que se (os) presentan para saciar con gusto el apetito.

El cruasán de Jason Bakery es uno de los más destacados en la ciudad. Foto: Belén Parra
El cruasán de Jason Bakery es uno de los más destacados en la ciudad. Foto: Belén Parra

Tres calles paralelas que van casi del mar a la montaña concentran las direcciones gastronómicas más interesantes: Long, Loop y Bree. Un trío fácil de recordar donde se suceden desde Cafés para desayunar, comer y cenar como Jason Bakery; a salones de té con coctelería clandestina incluida como Honest Chocolate. También hay comida rápida y saludable en IYO Burgers o Marrow; y cocina fusión muy lograda en formato tapa a cargo del irlandés Liam Tomlin en Chefs Warehouse Canteen. Cerca de éstos, en el colorista barrio de Bo-Kaap sobresalen propuestas de cocina autóctona y auténtica que ‘se venden’ en plena calle. La mayoría consiste en sentarse a la mesa de una casa particular y dejar que los anfitriones (te) ilustren con su cultura culinaria. Una experiencia más que recomendable en la que el interiorismo es tan revelador como en restaurantes de diseño y estilo vintage tipo Hemelhuijs o Kloof Street House.

Elaboraciones todo cacao en Honest Chocolate. Foto: Belén Parra
Elaboraciones todo cacao en Honest Chocolate. Foto: Belén Parra

Junto a la bahía donde se ubican buena parte de los hoteles de renombre internacional proliferan opciones de degustación más bien turísticas, que combinan el producto local con las vistas. La excepción sería el Food Market del frente marítimo, un recinto repleto de paradas en el que comparten espacio propuestas de restauración que cuentan con otras sucursales en la ciudad. Ésta es especialmente célebre por sus concurridos mercadillos de alimentación y cocina liderados por jóvenes emprendedores y pequeños productores. Una buena oportunidad para empaparse del way of life sudafricano de influencia europea.

Propuesta a base de calamar local en Janse Co. Foto: Belén Parra
Propuesta a base de calamar local en Janse Co. Foto: Belén Parra

Volviendo sobre la 50 Best que se alarga hasta los 100 restaurantes (?), cabe recordar que Sudáfrica ha conseguido colocar a varios representantes de su cocina más creativa en los últimos años. Vaya desde aquí mi voto particular para Janse & Co., el mejor restaurante que probé en Ciudad del Cabo. Un reducto enorme a la par que recogido donde el chef Arno Janse despliega su particular “casual fine dining” junto a su mujer, la pastelera Liezel Odendaal y demás equipo. Cocina vista, fórmulas de degustación para todos los gustos y bolsillos, producto km.0 y producción propia, bodega con referencias sudafricanas, coctelería creativa y detallismo en el servicio conforman la identidad de una dirección ineludible en la ciudad.

Una lástima descubrirla pocas horas antes de abandonar el país. O quizás, una suerte.

Cocina fusión en la Chefs Warehouse Canteen de Liam Tomlin. Foto: Belén Parra
Cocina fusión en la Chefs Warehouse Canteen de Liam Tomlin. Foto: Belén Parra