Vamos de monovarietales: Dehesa de Luna y Marselan Vins de Taller

Reunida una mesa bilateral de cata, probamos dos vinos de zonas diversas, alejadas una de otra, pero mediterráneas, al menos por lo que al sol se refiere. ¡Salud!

Viñas de marselan en Vins de Taller
Viñas de marselan en Vins de Taller

Se trata de dos vinos tintos monovarietales de uvas propias de otras zonas vinícolas, aunque puedan estar muy extendidas y autorizadas y cumplimentado el papeleo legal. Y para más INRI dos vinos de regiones vinícolas históricas, pero ambas fuera de la denominación de origen que muchos deben pensar que les correspondería. Dehesa de Luna cultiva cabernet sauvignon, syrah, tempranillo, graciano y petit verdot en La Mancha. Vins de Taller tiene plantadas cepas de viognier, merlot, marselan, cortese, malbec y syrah en el Empordà, de cuya región vitivinícola como variedad propia solo tiene el lledoner roig (garnacha gris).

Dehesa de Luna. Graciano 2014
Cataron el gran Lluís Ariza, histórico especialista y con una larga experiencia enológica, y quién firma esta crónica. Comenzamos con el Graciano, de la Finca Dehesa de Luna, Reserva de Biodiversidad, elaborado en la Roda, Albacete, con uva 100% graciano. Con buena estructura tánica, capacidad de aportar acidez notable y, sobre todo, aromático, el graciano es una variedad tan importante en los grandes riojas, como poco plantada. Sus mejores hábitats son el norte: La Rioja y Navarra.
Tras descorchar la botella, nos apareció un aroma dulce, al jugo de la ensalada de fresas con azúcar –pongamos a frutos rojos maduros-, el efecto Banyuls, como llaman algunos sabios de la enología a este aroma a vino dulce, a la evocación del pan con vino y azúcar. ¿Volverá esta combinación, aunque sea en los restaurantes pijipster, como el pan con chocolate, aceite, sal y tal?
Este vino del que solo salen 4.826 botellas al mercado, tiene una nariz que invita a catarlo: apetitoso, vigoroso, con un carisma que invita a comentar; casi diría, para beber solo (o acompañado), sin buscar un maridaje. En boca afloran los taninos y la aspereza de una región soleada como la Mancha, un cuerpo cálido y una acidez sutil. Ellos mismos escriben: “Y esta es nuestra interpretación de la variedad graciano, que vuela alto. Nuestras notas originales lo hacen especial. Y provienen tanto de las condiciones del clima como de la tierra de Dehesa de Luna.”

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Dehesa de Luna. Graciano 2014

 

Vins de Taller. Marselan 2016
Terminamos con un Marselan 16, de Vins de Taller. Como ya he comentado, la bodega fundada en 2002 por Antoni Falcón está en Siurana d’Empordà. Dice que es la culminación de un sueño perseguido como experto en plantas, jardines y paisaje, que convirtió un páramo en un jardín, y unos campos en unos viñedos. Sus vinos son eco, como mínimo. Todos los procesos de Vins de Taller disponen de la certificación de cultivo ecológico europeo, pero algunas veces se ponen radicales y siguen por la senda de la biodinámica, porque entienden que sólo se puede tener un suelo vivo si es un suelo bien alimentado. Ellos mismos aseguran que “trabajan para restablecer el equilibrio estructural y nutricional, aportando materia orgánica procedente de la misma finca, además de contar también con la ayuda de rebaños de ovejas vecinas”.
El vino catado se presentó con el color de la juventud y una muy buena nariz. Se percibe la crianza de 3 meses en barricas de segundo y tercer año de roble francés. Tiene aroma licoroso de caramelo, con anisados de regaliz. En boca es bastante tánico y se le encuentran bayas, endrinos, arándanos, martillos, con tonos dulces. El señor Ariza apunta que puede madurar en botella, ya que, según dice, el Marselán es un vino curioso que siempre apetece ver cómo evoluciona.
Paradójicamente, es un vino para oler. En boca se presenta áspero y secante, como corresponde a esta variedad nacida del cruce entre cabernet sauvignon y garnacha, que produce vinos perfumados y ricos en taninos, con aromas de frutas rojas y negras. En Vins de Taller lo recomiendan para maridar con brasas y humo: carnes a la parrilla, calçots y escalivada.

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Vins de Taller: Marselan