La versión más popular de los Adrià

Luis Tusell

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Bodega 1900, una vermutería con producto de primera, clásicos bien elaborados y pizcas de vanguardia

Albert Adrià sigue con la moto en marcha. Pocos meses después de estrenar el nikkei Patka, y antes de subir la persiana al mexicano Yauarcan, le ha dado tiempo de abrir la Bodega 1900. Se trata de una vermutería situada justo en frente de Tickets y 41º, en el mismo barrio que Pakta, en lo que podríamos considerar el Adrià corner o el clúster Adrià. En la Bodega 1900 Albert apuesta por la vermutería tradicional con algún rasgo de vanguardia.

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Albert Adrià, en la puerta de Bodega 1900.

Aunque la visita de 7Caníbales se produce cuando aún ni tienen teléfono en el local, ya hay gente esperando para poder sentarse. Aquí la barra no es para el cliente, sino que es para el servicio. Es donde emplatan, cortan los ibéricos (Joselito) y ultiman lo que la clientela pide, en mitad de la pequeña sala, que cuenta con una barra perimetral con taburetes y algunas mesitas bajas en el centro. Nada de gente de pie en la barra. Aquí el vermut sólo se puede tomar si se tiene asiento. Es un medio camino hacia la informalidad.

El primero en dar ejemplo es el propio Albert, al que se le ve como pez en el agua. Le ha dado su aire a una antigua vermutería en la que, sólo en las mesas de al fondo se podrá reservar. El horario es vermutero: de 13.00 a 20.00. Podríamos entender la Bodega 1900 como su propio homenaje al barrio, a la tasca tradicional, y una forma de abrir su casa a los que por lista de espera o por precio no pueden acceder a Tickets, Pakta o 41º.

Pero la oferta no tiene nada que ver. La carta mezcla los aperitivos más tradicionales con algún detalle bulliniano. Pero todo tiene su razón de ser. Por ejemplo, las patatas chips. «La gracia es que lo hacemos todo nosotros», cuenta Albert, con alguna excepción puntual, como pueden ser los berberechos, aunque sigue buscando fórmulas que le convenzan para que todo se haga entre la propia vermutería y la cocina del Tickets, que utilizan también para la Bodega 1900. Junto a las patatas tenemos las chips del mar, las algas crujientes, un snack delicioso. Las aceitunas son esferificaciones en una cuchara, con piparra o anchoa bien perceptible en el sabor. «La marca de la casa», sonríe Albert. La caballa ahumada es suave y tierna, y las anchoas Sanfilippo, bien carnosas como cántabras que son. No falta el «turista», alcachofa con anchoa.

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‘Tartin’ de jamón ibérico de Joselito.

Entre snack y snack escucho al camarero bromear con el grupo que se sienta a mi lado: «¡Menudo festival os estáis metiendo!».

Pasamos a propuestas que van algo más allá del vermut. La ventresca es tierna como el foie, y por recomendación de la casa pruebo su particular tartin de jamón ibérico (Joselito). Se toma con cuchara, pues sun virutas minúsculas cortadas muy lentamente y en frío. Es ni más ni menos que un ibérico para untar, casi un paté, de una textura soprendente. El broche de oro llega con la pluma ibérica, una pieza excepcional por su ternura y sabrosura. «¿De dónde has sacado esta pieza?» «De la carnicería», responde socarrón el pequeño de los Adrià.

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Esferificaciones de aceitunas, caballa y anchoas.

Como ya hace rato que hemos olvidado lo del vermut, paso al postre. El melón con ginebra y vermut blanco ha pasado una noche al vacío impregnándose. Es un gintonic de melón bien fresco.

Es sin duda la versión más popular de los Adrià. Ese homenaje a los bares del aperitivo, lo que tanto han pisado en L’Hospitalet y en Barcelona. En un momento idóneo en el que las vermuterías se están reconvirtiendo en un estilo similar al de los colmados, apostando por el producto de calidad.

El vermut, efectivamente, se ha convertido en un festival. Y a Albert, que ha bajado a la arena, se le ve disfrutar con su capricho. ¡Bienvenida, Bodega 1900!

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Patatas chips, chips de algas y turista.Ventresca. Melón con ginebra y vermut blanco.