Los primeros

Los organizadores de la lista de Restaurant pueden estar más que satisfechos porque han logrado convertir la entrega de los premios S. Pellegrino a los 50 mejores restaurantes del mundo en la gran noticia gastronómica del año. Su objetivo, no lo ocultan, es hacer la competencia a la guía Michelin. Y están en ello.

Andoni Luis Aduriz, Juan Mari Arzak, Ferran Adrià y Joan Roca
Andoni Luis Aduriz, Juan Mari Arzak, Ferran Adrià y Joan Roca

Llegué a Londres el domingo pasado -igual que nuestra amiga caníbal Rosa Rivas- casi al mismo tiempo que Adrià, Roca, Luis Adúriz y Arzak con quienes pudimos compartir veinticuatro horas de nervios y de muchísima alegría. Me conmovió el abrazo, largo, largísimo, entre Ferran Adrià y Joan Roca en el momento en que supieron la noticia, mientras comían en el restaurante del hotel Berkeley. O ver a Andoni eufórico, no sólo por haber logrado mantener su cuarto puesto, sino por la subida meteórica de Joan, que el año pasado había caído del 11 al 26 y ahora alcanzaba el quinto lugar. «Con su presencia  entre los primeros me siento mucho más orgulloso de formar parte del grupo. Cuanto más competitiva sea la lista, más valor tiene estar en ella».

 

Ferran Adrià y Joël Robuchon
Ferran Adrià y Joël Robuchon

Para quienes conocemos al artífice del Celler de Can Roca fue entrañable verlo feliz en el escenario de la bellísima sala del Covent Garden en la que se entregaban los premios,-Roca, el hombre tranquilo- hablando del proyecto compartido con sus hermanos Josep y Jordi y dedicándole el premio a Anna, que aquella noche confesó que su esposo había vuelto a enamorarla. Adrià conquistó  al público cuando, acompañado de su hermano- ¿alguien duda aún de la buena relación entre ambos? -, explicó que imaginaba el día en que Álex, el hijo de Albert, sea mayor y puedan explicarle que su padre y su tío fueron elegidos cinco veces los mejores del mundo. Adrià le dedicó el premio a Heston Blumenthal, el número dos, de quien dijo haber aprendido una lección de honestidad, y tuvo palabras de agradecimiento para Robuchon que, para él, «siempre seguirá siendo el mejor cocinero del mundo».

Freemason's Hall (Covent Garden), el teatro donde se celebro la entrega de premios
Freemason's Hall (Covent Garden), el teatro donde se celebro la entrega de premios

La lista de Restaurant no es justa. «No lo es -reconocía el propio Adrià- como no lo es ninguna lista, y sólo nos encanta a los que ocupamos los primeros puestos». También Andoni consideraba  que la elección es subjetiva y que se convierte en un reflejo de los restaurantes que marcan tendencia: «Podría haber muchas otras listas pero ésta es la que tenemos, y es válida». No es fácil elegir los mejores y, aunque todo puede mejorarse,  no está nada mal hacerlo a través de unas votaciones en las que participan más de 800 expertos de todo el mundo que emiten más de 4000 votos.

Fue una experiencia interesantísima estar allí y compartir con los cuatro chefs españoles un momento tan especial. Sin embargo, debo confesar que el martes, cuando comí junto a buena parte de los cincuenta primeros de la lista en el St. John londinenense, que figura en el número 14, a mí también me pareció injusto que Quique Dacosta ocupara el puesto 61 de la lista. Y lamenté un montón de ausencias. Pero no hay que olvidar que la presencia de cuatro españoles entre los diez mejores del mundo es una noticia que ha dado la vuelta al mundo. Una excelente noticia incluso a pesar de que, seguro que injustamente, no estén todos los que deberían estar.

Pastel de patata y cabeza de cerdo, el segundo plato que comimos en el restaurante St. John
Pastel de patata y cabeza de cerdo, el segundo plato que comimos en el restaurante St. John