Bizcocho borracho con sorbete de mandarina

Divirtámonos invitando a nuestros amigos con un postre de sabor. Un bizcocho con sopa de mandarina de pocos pasos para cocinar en apenas hora y media. Para épocas de frío, para épocas de calor; el bizcocho borracho debe ser un must de nuestra cocina. Aquí se presenta maridado con un oloroso dulce, «una joya del Guadalquivir».

Bizcocho borracho con sorbete de mandarina
Bizcocho borracho con sorbete de mandarina

Preparación: 1,30h
Cocción: 45m
Receta para 4 personas

Sopa de mandarina

200g de puré de mandarina
2 hojas de gelatina cola de pescado

Calentar el puré de mandarina sin llegar a hervir. Hidratar las hojas de gelatina e incorporar al puré de mandarina caliente. Reservar en el nevera.

Almíbar

400g de azúcar blanquilla
100ml de triple seco
500ml de agua

Poner todo a hervir y reducir hasta conseguir una densidad de almíbar. Reservar.

Bizcocho

200g de huevos pasteurizados
1u de huevo fresco
25g de maicena

Montar los dos tipos de huevo hasta triplicar su volumen. Añadir la maicena hasta su total integración. Hornear a 175ºC sin humedad durante 30 minutos. Reservar.

Sorbete de mandarina

100g de azúcar blanquilla
400g de puré de mandarina
100ml de agua

Hacer un almíbar con el agua y el azúcar. Una vez espeso el almíbar, incorporar el puré de mandarina. Congelar durante ½ hora. Antes de que se congele, triturar con el túrmix, y volver al congelador.

Presentación

En un palto medio hondo, colocar la sopa gelatinada de mandarina. Sumergir el bizcocho en el almíbar para que se hidrate. Disponer el borracho encima de la sopa y, seguidamente, colocar una quenelle de mandarina encima. Decorar con un gajo de mandarina fresco.

Bizcocho borracho con sorbete de mandarina 1Armonías en texturas y sabores
Juan Muñoz Ramos (Sommelier)

Época de novedades y singularidades que te harán transportar al séptimo cielo como dice la tradición. Un borracho de mandarina con unos cítricos silvestres con notas de licor, al que acompañar con un agua como S. Pellegrino para realzar las notas de las frutas y del bizcocho aportando sabor y digestión.

Para que sea ya perfecto, para aportar otra textura de naranja diferente, podemos añadir el vino dulce oloroso aromatizado con naranjas silvestres y amargas de Sevilla Orange Duque de Carmona, de Bodegas Góngora. Juntos, crean un amalgama de sabores marcados por el azahar de las naranjas junto a la textura del vino y a la frescura y cremosidad del agua S.Pellegrino. Juntos, un viaje de ensueño por el Río Grande, por el Guadalquivir.