Chefs unidos por la gastronomía francesa

Redacción

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Trufas para desayunar con vistas desde el primer piso de la Torre Eiffel hacia París y sus nieblas matinales. Este es el marco para la creación de una asociación nada común: 15 chefs franceses se han unido bajo el nombre de Collège Culinaire de la France para hacer frente a la competencia escandinava y la española.

Lo cierto es que los cocineros estrella son más bien famosos por su ego, especialmente los franceses. Pero ahora se han aliado para promocionar la gastronomía patria entre sus políticos y con el objetivo puesto en todos los amantes del buen comer.

«La cocina francesa es la base gastronómica de todo el mundo», opina el cocinero tres estrellas Guy Savoy. «Podemos afirmarlo sin rastro de arrogancia», añade, aunque siga sonando un tanto snob. «Numerosos chefs de éxito en todo el mundo se formaron en Francia. Todo el que quiere realmente abrir un buen restaurante, se dirige en primer lugar a los franceses», opina Savoy.

Pero la competencia no se duerme: los países escandinavos reinaron recientemente en la prestigiosa competición gastronómica Bocuse d’or. Tokio -y no París- es la ciudad con más estrellas en la guía Michelin,  mientras que Ferran Adrià ha alcanzado un grado de reconocimiento con el que muchos franceses apenas pueden soñar.

El chef Alain Ducasse, que se siente igual de a gusto ante las cámaras que entre fogones, espera recibir más apoyo por parte del Estado. «En Francia, la gastronomía supone un volumen anual de negocio de 50.000 millones de euros (casi 70.000 millones de dólares). Es el cuarto empleador privado en Francia», subraya. Y eso tiene que reconocerse.

Junto a sus colegas, Ducasse planea un «Louvre de la gastronomía», una especie de escaparate de la comida francesa en un edificio histórico de París, por ejemplo el Hotel de la Marina en la Plaza de la Concordia.

Pero, ¿qué es tan especial de la cocina francesa? Para el alsaciano Marc Haeberlin, la respuesta se basa en los productos locales. «Dependemos mucho de nuestros productos regionales», afirma el chef, que trabajó en el lujoso hotel Adlon de Berlín antes de tomar el mando del negocio familiar Auberge de l’Ill. Y ha logrado mantener su estrella Michelin a lo largo de cuatro décadas.

Entre los 15 cocineros que celebraron la fundación de su Collège Culinaire en el primer piso de la Torre Eiffel sólo hay una mujer: Anne-Sophie Pic, actualmente la única francesa que se ha «cocinado» tres estrellas. Ducasse no descarta incluir a más chefs en la asociación. El presidente de honor es Paul Bocuse, de 85 años. «Para la mayoría de nosotros, es como un padre», dice Haeberlin sobre el veterano maestro. «Tenemos mucho que agradecerle».

La primera prueba de fuego para estos chefs será en septiembre: siguiendo el éxito de la «Fête de la musique», que tendrá lugar el 21 de junio, Francia quiere celebrar este año la primera «Fête de la gastronomie». El 23 de septiembre los franceses no sólo podrán degustar los platos de sus mejores cocineros, sino que además tendrán la oportunidad de aprender a sacar el máximo provecho de sus productos regionales. No en vano, la UNESCO ha declarado la buena mesa francesa como patrimonio inmaterial de la humanidad.