Ahí donde el Bar Hola dijo adiós se ha instalado ahora Rafa Peña, chef del Gresca, con parte de su más fiel equipo. Repite por tanto el cocinero el concepto de bar que tan bien le funciona junto a su restaurante de toda la vida en la calle Provença de Barcelona. El estilo, por eso, cambia; y así, mientras los Gresca –bar y restaurante- comparten cocina vista a la que no falta detalle, el nuevo Bar Torpedo se adapta por lo pronto a lo que tiene. Esto es, una plancha y apenas dos freidoras para una carta que no llega a la veintena de platillos. La mayoría, bocatas que se consumen en tres mordiscos.
Hay buenas ideas como el sándwich de ensaladilla rusa, aún de difícil consistencia; el pastrami de lengua o el de callos. Ahí es nada. La “Burger” a secas es sin duda la propuesta más notable de la carta y me atrevería a decir que marcará un antes y un después entre las que se cocinan en Barcelona. Muy buena, la verdad. Peña dice haberse fijado en el modelo McDonald’s en cuanto a que es la típica hamburguesa “guarra” en la que todo cabe todo, si bien en el Torpedo sólo vale el producto de la mejor calidad. Insisto: muy buena.
Luego están también el “Kentucky Fried Guatlla” o su versión de las mollejas ‘emparedadas’; el bocadillo de albóndigas con tomate, mozzarella y albahaca; o la panceta teriyaki junto a la berenjena que aquí sirven rustida y en Gresca, también lacada.
En pareja o en grupo no resulta descabellado pedir todas estas propuestas de una sola tacada e incluso llegar al postre. Básicamente porque hay que probar sí o sí la Crack Pie que Christina Tosi ideó para los Milk Bar del grupo Momofuku y de la que Peña se ha limitado a replicar la receta. Dulce sin resultar empalagosa es la mejor opción a la espera de que el Bar Torpedo disponga también de helados soft de chocolate y vainilla.
Rafa Peña, Biel Gavaldà y Juanlu Pérez –que también ha pasado por el catering del Grupo- han acabado por abrir al fin el bar que tantas noches se cansaron de buscar. “Siempre quisimos dar con un local donde tomar un buen bocadillo a horas intempestivas, que es cuando solemos salir de trabajar”, cuenta Peña. Y así es como ellos mismos le han dado forma, con una mini barra aún sin taburetes, pocas mesas sin mantel, un futbolín por ahora aparcado y mucho vino natural. Rodeado como está este Torpedo de coctelerías de referencia, acabará complementando el ocio en la zona hasta la madrugada al abrir sólo en horario nocturno de 19h a 3am. Aún sin rótulo en la puerta ni tarjeta de visita, ya hay que esperar mesa e incluso desesperar por una mesa porque no se aceptan reservas.
Bar Torpedo. Aribau, 143. 938 583 760