El año pasado, cuando el cocinero Dabiz Muñoz aterrizó en Barcelona para activar su delivery en la ciudad, ya avanzó que esta tierra catalana se encontraba entre sus proyectos futuros. «Barcelona es una de las plazas más presentes en mis proyectos fuera de Madrid aunque que por una razón u otra hasta ahora no había podido ser», afirmaba entonces refiriéndose a la llegada de GoXo a Catalunya. En su momento, le sorprendió la gran acogida de la ciudad «y las muestras de cariño recibidas». Ese futuro, que se convirtió en presente con el delivery, ahora lo es más que nunca: el chef abrirá local en la Ciudad Condal el próximo 6 de octubre. Y como no podía ser de otra manera, el establecimiento romperá con lo establecido.
Lo ha anunciado utilizando un método habitual entre los chefs, a través de las redes sociales. Y siguiendo la estrategia de dar la primera información a medias. A partir de ahí, toca tirar del hilo y así lo hacemos.
Dabiz Muñoz abrirá próximo local en Barcelona el 6 de octubre en el NH Collection Barcelona Constanza (c/Deu i Mata, 69-99), en el espacio que ocupaba el restaurante Don Giovanni de Andrea Tumbarello. Se llamará GoXo Barcelona y, como no podía ser de otra manera, marcará la diferencia. De hecho, Dabiz insiste en no llamarlo «restaurante». No se admitirán reservas, será el propio comensal quien se desplace a la barra para pedir su comida -no habrá camareros-, tendrá un precio medio de 25-30 euros y la propuesta se define como «alta cocina al estilo fast food». «Se asemejará al primer StreetXo que abrí en Callao pero no será un StreetXo», apunta el chef. ¿Estará pensando en uno en Barcelona?
El chef especifica que, una vez dentro, aquellos que quieran pedir de nuevo o finalizar con postres, contarán con una cola rápida habilitada para tal fin.
La idea es que el comensal pueda degustar entre tres y cinco platillos ya que la carta está pensada para compartir. La propuesta será similar a la que encontramos en GoXo, su servicio de delivery, aunque se crearán nuevos platos como un perrito especial -ideado especialmente para la inauguración de Barcelona-, además de ofrecer otros que «no servimos en el delivery porque no viajan bien», especifica el chef. Todo servido en una «vajilla molona». Junto a la oferta gastronómica, también habrá oferta líquida con cócteles, champagnes y vinos tranquilos. Contará también con servicio take way.
De momento abre con un aforo de 40-50 personas (más terraza) aunque no se descarta aumentar el número en un futuro. Y si el formato funciona, la idea es replicar en Madrid y otras ciudades.