Chorizo sin aditivos y con ingredientes naturales

Redacción

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En nuestra despensa de esta semana, os traemos uno de los productos más emblemáticos de tierras riojanas, su chorizo. Un embutido que cuenta, desde 2008, con la marca de calidad certificada Indicación Geográfica Protegida.

Chorizo sin aditivos y con ingredientes naturales 0

Además de sus afamados vinos, cuando uno visita La Rioja espera disfrutar de su gastronomía. Es así como, aprovechando que las cálidas temperaturas del estío van cediendo terreno a otras más frías y que nuestras mesas empiezan a llenarse de platos más contundentes, hemos querido probar el chorizo riojano.

Características organolépticas

Una de las singularidades del chorizo con IGP La Rioja es su forma de sarta o herradura, más o menos cilíndrica, y su superficie irregular, rugosa y con una clara diferencia entre la carne y la grasa. En principio, los que lucen la etiqueta de Indicación Geográfica Protegida se les exige que tengan un calibre mínimo de 30 mm y un peso mínimo de 200 g.

El color del chorizo es rojo con tonos anaranjados de intensidad media. En nariz destaca su aroma auténtico, equilibrado, con notas de pimentón y un toque de ajo que no molesta. En boca es suave y levemente especiado.

Hay que destacar que este chorizo está elaborado sin aditivos, con ingredientes naturales como la carne de margro de cerdo, pimentón, ajo y sal.

¿Dónde se produce?

Esta pregunta nos la responde el Consejo Regulador: «En el caso del chorizo, los pueblos de los valles del Najerilla, del Iregua y del Leza han sido desde siempre los de mayor tradición chacinera. Durante el pasado año, las empresas productoras inscritas en el registro de la IGP certificaron un total de más de medio millón de unidades de Chorizo Riojano»

Actualmente, La Rioja -explican- «exporta embutidos a 46 países entre los que destacan Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Alemania o Bélgica».

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