Gaggan dimite de sí mismo

El bulliniano cocinero indio, mejor restaurante de Asia según 50 Best, anuncia que abandona el restaurante.

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Gaggan deja su restaurante homónimo de Bangkok. Gaggan Anand dimite de sí mismo, de su puesto como jefe de cocina. Lo ha contado un periódico, The Straits Times, «Planeo comprar el resto de las acciones y, si lo consigo, seguiré dirigiendo el restaurante. Si no, abriré un nuevo restaurante asiático» y lo ha confirmado el propio chef en su cuenta de Instagram. En plena digestión de los premios a los mejores restaurantes del mundo, la noticia atraganta al mundo foodie.

¿Qué va a pasar con el restaurante número cuatro de la lista The World’s 50 Best? ¿El nombrado de nuevo “Mejor restaurante de Asia” (lo ha sido cuatro años consecutivos 2014-2018) seguirá ostentando el título si su chef estrella se va? Ya pueden ir buscando los promotores de la lista algún sustituto en Asia, que hay muchos y muy buenos. El abandono de Gaggan, sin menospreciar su originalidad, es un signo de que repetir una y otra vez la misma comida es bastante indigesto. Pero ya se sabe que cuando hay favoritos estos siguen ostentando su puesto empecinadamente por la voluntad de sus fans.  Y su estela de fama rodea a los suyos. Curiosamente, este año la titular del premio femenino “Mejor cocinera de Asia” es Garima Arora, chef titular de Gaa y que fue mano derecha de Gaggan en su restaurante.

Como ocurre en su irónico plato Lick it Up, hay que lamer la noticia de Gaggan tal cual. Así son las cosas últimamente en la alta cocina: cuando el cocinero o la cocinera se harta, se acaba el menú. En este caso, el asunto no tiene que ver con la presión de las estrellas (que se ha cobrado recientes anunciadas bajas como Fäviken o Dani García) sino con problemas con los socios del restaurante. Los abogados de Gaggan enviaron su carta de dimisión el 24 de junio, el día antes de la gala 50 Best en Singapur, pero el chef -que acudió a los premios y participó en las charlas previas- mantuvo el asunto en secreto “para no interferir con el evento”.  Las “enormes diferencias” con los socios del restaurante le han hecho dimitir “como empleado”, pero sigue siendo accionista del negocio.

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“Todavía soy socio de la empresa. Las condiciones de mi renuncia aún están siendo revisadas entre mis socios y yo. La próxima reunión será a finales de julio, después de regresar de un viaje con mi familia por Europa. Me sentía herido y demasiado cansado. Pero me aseguraré de que, sea cual sea el resultado, toda la familia Gaggan esté bien cuidada. Cuando digo familia, me refiero a mi personal, mis clientes y todos mis fans. Os quiero a todos. Os mantendré actualizados sobre este asunto cuando llegue el momento adecuado”, ha escrito Gaggan en su cuenta de Instagram, con un mensaje lleno de corazones.

Su plan, según ha declarado a The Straits Times, es comprar el resto de las acciones. Si lo consigue, seguiría dirigiendo el restaurante. Si no, dice que abrirá uno nuevo (cosa que ya tenía en cartera).

El propio cocinero llevaba tiempo anunciando que su templo de alta cocina tenía los días contados. En San Sebastián Gastronomika 2017 contaba sus planes entusiasmado: una huida a las raíces, a la simplicidad de una cocina sencilla, sin florituras, que llevaría a cabo en Japón con su amigo Takeshi Go Fukuyama. Me contó feliz cómo le gustaría hacer platos en un horno de barro, y me enseñó una foto en una aldea india.

Ahora, el propósito de dejar Gaggan en 2020 se ha adelantado.

¿Cómo terminará la historia? En su línea mordaz, el cocinero responde en sus redes sociales: “Estoy buscando trabajo”.

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