La cocina catalana, más cerca de ser patrimonio inmaterial de la humanidad

Redacción

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La cocina catalana está algo más cerca de ser patrimonio inmaterial de la humanidad después de que el Institut Català de la Cuina haya publicado una edición revisada y ampliada del Corpus del patrimoni culinari català. La recopilación de estas 1.136 recetas de la cocina catalana, numeradas y ordenadas alfabéticamente y por tipo de plato, supone una base sólida para empezar el proyecto de candidatura para el reconocimiento de la Unesco, que está previsto por los próximos dos años. Pepa Aymamí, directora de la Fundació del Institut Català de la Cuina, aseguró que para conseguir el objetivo ahora se necesita el apoyo de las instituciones.

Era hacia el año 2000 cuando el Institut Català de la Cuina se puso a trabajar en el proyecto de confección del Corpus Català de la Cuina. De aquella primera tanda de trabajo salió el Corpus Culinari de Catalunya, publicado al 2006. Desde entonces se siguieron recopilando recetas y variantes y ahora se ha publicado el Corpus del patrimoni culinari català, un volumen revisado y ampliado que incluye 1.136 recetas.

El volumen se ha hecho a partir de un proceso de investigación a base del análisis de cartas de restaurantes y encuestas a restauradores y particulares de todo el territorio. Varias personalidades de renombre de la gastronomía catalana han participado, entre ellas Fermí Puig, Carles Arrendajo, Carme Ruscalleda, Ferran Adrià, los hermanos Roca y Ramon Freixa. Uno de los problemas que se han encontrado los profesionales al analizar las cartas es el nombre de los platos, puesto que “a menudo no refleja la realidad del plato”, ha dicho Colomer, a menudo porque el creador ha buscado un nombre más poético que no lo identifica.

Se han incluido, finalmente, aquellas que cumplen tres requisitos: tienen 50 años de permanencia como mínimo, se elaboran en tres o más lugares de Catalunya y no emplean productos foráneos. Es decir, un plato elaborado con aguacate o el gazpacho todavía no están incluidos, pero sí que lo está la ensaladilla rusa de la que se tiene constancia desde hace más de 50 años.

Este volumen ha servido de base para sacar adelante la marca Cuina Catalana, un sello que distingue aquellos establecimientos que tienen un 40% de su carta de cocina catalana tradicional y que se comprometen a usar el máximo posible productos del territorio y de temporada. Unos 135 restaurantes ya disponen de la distinción y, a pesar de no hay datos oficiales, la mayoría manifiesta unos buenos resultados y ha fidelizado clientela.