Andorra se reivindica como destino gastronómico
El Principat presenta su plan estratégico y embajadores para convertir la cocina de alta montaña un atractivo turístico
Nieve, compras y naturaleza. Los argumentos habituales para visitar Andorra rara vez incluían su gastronomía. No es sólo un tópico, lo confirman los datos. Hace 10 años apenas el 2% de los visitantes de Andorra señalaban la cocina del país como la razón de su viaje. Ahora esa cifra supera el 5%, más del doble. Y, lo más importante, tiene mucho potencial para seguir creciendo.
Así lo explicaba Jordi Torres, ministro de Turismo y Comercio del Principat durante la presentación del Plan Gastronómico, una estrategia de largo recorrido que sitúa la cocina del país como uno de sus principales atractivos turísticos. “Se trata de poner en valor la gastronomía como elemento identitario del país”, reivindicaba Torres durante la presentación de este plan en Andorra La Vella antes cocineros, productores, autoridades y prensa.
Una estrategia creada por Andorra Turismo junto a Vocento Gastronomía y que contempla una serie de acciones a lo largo de este año para afianzar la presencia internacional del país en el mapa gastronómico. También un ambicioso plan de formación que tiene muy presente que este crecimiento sólo es posible de la mano de cocineros, responsables de sala, bodegas y productores.
Cocina de alta montaña
La singularidad del territorio por su altitud y orografía, la combinación de tradición y modernidad en el plato, y la apuesta por los productos autóctonos son, para Betim Budzaku, director general de Andorra Turisme- las claves que definen la personalidad gastronómica del país. Una cocina de alta montaña que se lleva años abanderando y que la feria Andorra Taste, que este septiembre celebrará su cuarta edición, ha conseguido poner en el mapa internacional. Y también redescubrir a muchos locales a través de las jornadas populares de esta cita, orientada tanto a profesionales como a quienes viven en Andorra.
Y es que, más allá de las estrategias de comunicación o los planes turísticos, es clave que el propio territorio conozca y se sienta orgulloso de su cocina y productos para poder convertirlos en algo atractivo. Y, en el caso de Andorra, en una herramienta muy interesante para conseguir desestacionalizar la llegada de visitantes más allá de la época de nieve.
Los productores del país, parte clave en esta estrategia, también tuvieron su protagonismo con una pequeña muestra de algunos de los ingredientes y productos más destacados de Andorra. Embutidos tan singulares como la bringuera o la donja, los quesos de vaca y oveja, los interesantes riesling que elaboran bodegas locales, miel, licores, cerveza artesana…
Embajadores de la cocina de Andorra
Precisamente, la importancia que se le quiere dar a los productores se traduce en que Gerard Martínez, portavoz de los Ganaderos de Andorra, es uno de los embajadores gastronómicos del país, que también han sido presentados durante la jornada. Una distinción que suele centrarse en los chefs pero que aquí quiere poner el foco también en el sector primario.
La lista de embajadores, que irá cambiando para dar paso a nuevas incorporaciones, incluye a media docena de cocineros y cocineras que representan como nadie el prometedor momento de la cocina de Andorra, con una mirada muy amplia que va desde lo más tradicional, a la alta cocina y otras centradas en lo vegetal y la sostenibilidad.
Marcel Besolí es uno de ellos. Está al frente del restaurante Celler d’en Toni uno de los más históricos y reconocidos del país. Tampoco necesita presentación Carles Flinch, otro de los pilares de la tradición gastronómica de Andorra desde su restaurante Can Manel.
Rodrigo Martinez, del restaurante Beç, apuesta por una cocina de autor en la que el producto local es protagonista, mientras que Victoria Kemerer centra su mirada en la cocina vegetal con la propuesta de Kökosnøt. Completan la lista de embajadores José Antonio Guillermo, de Odetti Bistro y Jordi Grau que en Ibaya ha conseguido la primera Estrella Michelin para Andorra.
Grau ha sido además el protagonista de un menú a cuatro manos en el que ha cocinado junto a Paolo Casagrande, del restaurante Lasarte de Barcelona. El menú, bautizado como “Territorio y talento”, se ha servido en Ibaya, el restaurante del Sport Hotel Hermitage de Andorra en el que Grau defiende y adapta a la alta montaña la cocina de Francis Paniego.
Un broche de oro en clave de alta gastronomía y que puede considerarse el aperitivo de las acciones que se desarrollarán a lo largo del año de la mano de estos embajadores, tanto en Andorra como en Madrid, Barcelona y el sur de Francia.
SOBRE LA FIRMA
Iker Morán
Licenciado en Periodismo, bilbaíno y afincado en Barcelona desde hace tiempo. Llevo más de una década escribiendo sobre todo lo que tiene que ver con comer y beber. Además de la gastronomía, la fotografía es mi otra gran pasión y ocupación, recogida en Photolari, medio que dirijo y es referente en temas de foto y vídeo.
