“Hasta el culo Tour” (1)

 

El prólogo

Tras el inesperado pero estallante éxito del “Mediterranean Tour” del año pasado, y espoleado tanto por romanos como por cartagineses (gracias, amigas y amigos, por los chorizos, los jamones y las latas de mejillones), decidí volver a la “route 66” nacional para seguir colapsándome con algunos de los más visionarios cocineros del planeta (que están aquí, fíjate), descubrir las sinergias inéditas entre la sangre y el alcohol y acabar de ensordecer (¡para lo que hay que oír) con masivas dosis de rock and roll gracias al señor Bose, que tuvo a bien energizar mi coche con seis bafles. Todo comenzó, esta vez, con el blues metálico de Johnny Winter.

Este verano, me prometí para mi capote, todo iba a ser más heavy, más imprevisible, Y a fe que lo fue. Sin embargo, ya de vuelta a casa (¿qué casa?), ocurrió lo inimaginable. Mira, ahí estaban en la mesa de trabajo todas las notas. Cartas arrancadas. Anotaciones precipitadas. Detalles mal escritos en un posavasos. Menús desgranados en hojas de comanda. Tarjetas. Pero también los prospectos del Ibuprofeno, el folleto de la cámara Sony, los tickets de la autopista, jirones de papel con teléfonos pillados en algún baño desconocido… Y, ¿sabes? Vuelvo a casa y lo encuentro todo tirado en el suelo. Mezclado.  El viento traicionero se encargó de poner desorden al orden imposible.

Ahora, aquí sentado, mientras atrona el Choo Choo Mama de Alvin Lee, entiendo que las cosas no son lineales por mucho capricornio que me atenace. En resumen: empiezo aquí un relato sin orden ni concierto, A la manera de Borroughs, voy para allá en un “cut and paste” que no tengo ni idea de adónde nos va a llevar. Pillando notas y literaturas presurosas al capricho, escribo un “on the road” impredecible que me ha hecho sudar por todos los soles del Este desde el Mediterráneo al Atlántico… Sabemos sólo de donde salimos…

El tráiler

Platos improbables, copas vacías, ceniceros llenos, los agudos al límite. Loca entropía de sensaciones. Todo vale. Esto es sólo un adelanto de lo que te va a ocurrir aquí, en 7 caníbales, semana a semana hasta perder el Norte…

  • El sol impío desdibuja en una niebla de espejismos el malecón de Cádiz mientras Ángel va degollando los bonitos. La sangre, fresca y salada, me salpica toda la cara… Estamos en el barco de su padre, y hoy pescaremos más de 40 ejemplares… Por la noche, en Aponiente, sentiremos el dulce atractivo del plasma engrasando el cazón y descubriremos que hay salchichones y chorizos que surgen del mar.”
  • “Paco Morales va suelto. Nos da una lección de escatología gastronómica con esa sandía secada al sol imbricada con pescado azul y un praliné de romesco. Más tarde, en el jacuzzi, entenderé que hay platos que son un polvo presuroso y terminal…”
  • Aparcar en el plaza de la Reina, coger la calle Almodí y llegar hasta la Almoina”.
  • María José San Román, Pitu Perramón, mis amigos… van a abrir en el nuevo Beirut (¡olé!),  la promesa de un Líbano opulento del siglo XXI junto a gente como Robuchon, en arquitecturas de Jean Nouvel, sólo explicando la felicidad que narran cada día en la Taberna del Gourmet, siempre repleta de fenómenos, y Jenny…… Yo quisiera morir con ellos, desparramando azafranes y gin tonics, delirando la tarde con rosas negras en la terraza de su nuevo Monastrell, en el hotel Amérigo, cerrando los ojos y sintiendo su amor siempre por estrenar…”
  • Restaurant Can Raimi. Especialidad en paellas y carnes a la brasa. Carretera de Òrrius, Argentona. ¡Ah, sí! Joder, Benito… Benito, inmenso cocinero, regalando colores vivos desde la barra del Tragatapas, en Ronda… machacaremos a ese cabrón, tío, y por fin podrás volver a Catalunya, a ser feliz cocinando sin trampas… Ponme otra de caballa frita con mayonesa…”
  • “Me estoy poniendo cachondo con esas marmellonas (o chonis) que descaran tetas y muslos mientras me meto unas pavías extraterrestres en Casa Paco”.
  • A los que no sepan quien es Víctor Taborda, a los que lo hayan conocido como el tipo que le sirvió a Michelle Obama, les digo que prueben su menú degustación. Date una fiesta con su conejo, man. Fácil: en el hotel Villa Padierna”.
  • -“Repito. Repito. El espeto de El Ancla, en Marbella, con el mar salpicando el mantel. Ojo: hay que pedir las sardinas a la manera de José Carlos Capel”
  • Quique Dacosta va a abrir tres locales de tapas: dos en valencia y uno en el nuevo aeropuerto de Alicante. Pero me quedo mudo en Denia ante el imposible retruécano del “quien fue primero, el huevo o la gallina”, que es pura “intelligentsia”, y sigo adorando el indómito estilo de Didier… Esto es grande.
  • “Todo el mundo ama a Dani García. No hay otra opción. Lo ha hecho: uno de los más grandes restaurantes que yo pueda recordar; una de las iniciativas taperas más perfectas y cosmopolitas… Siento el éxtasis con sus callos de ostra mientras me dejo mecer por una atmósfera exclusiva, lenitiva…”
  • “Es alucinante su guiso de calamar y puerros ecológicos. Es Ricard Camarena”.
  • “Los sarmientos encienden mi deseo, mis calenturas… Las llamas envuelven el arroz, el conejo, los caracoles… Hoy nos han abierto Paco Gandía y vamos a tumba abierta…”