Hostelería de España: "El inicio de 2022 será muy duro para el sector"

Redacción

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Hostelería de España ha presentado su Anuario 2021, que recoge los principales datos del sector, avanza las perspectivas de 2022 y señala las tendencias del sector. Para el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, “el comienzo de 2022 será muy duro para el sector, no sólo por el impacto de la nueva ola, sino también por el aumento generalizado de los costes«.Acto de presentación del Anuario Hostelería de España 2021 en Madrid

El informe recoge las consecuencias que la pandemia ha dejado en el sector hostelero durante 2020, duramente golpeado, en términos de empleo, producción y reducción del tejido empresarial. En ese año cerca de un tercio de los establecimientos tuvieron que cerrar sus puertas, y casi 700.000 empleos se vieron afectados entre pérdidas efectivas y trabajadores acogidos a ERTE. Esto conllevó a una pérdida de facturación cercana a la mitad de la alcanzada el año anterior, hasta 74.421 millones de euros, reduciéndose la aportación a la economía nacional en términos de VAB hasta un 3,5%. Un 3,1% corresponde a las actividades de restauración y un 0,4% a las del alojamiento.

Tal como explicó en la presentación del Anuario el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, esta situación fue resultado de la paralización prácticamente completa de la actividad hostelera durante más de dos meses y las posteriores limitaciones y restricciones impuestas por las sucesivas olas, que en muchos casos supusieron el cierre de actividades del sector hostelero.

Recuperación en 2023

Para Yzuel “el comienzo de 2022 será muy duro para el sector, no sólo por el impacto de la nueva ola, sino también por el aumento generalizado de los costes. El primer trimestre de 2022 será mucho peor que el cierre de 2021, pero mantenemos la esperanza de que a partir de ahí comience la senda de la recuperación que habíamos iniciado en este último semestre; si bien la recuperación de las cifras de empleo y facturación no se producirán hasta 2023”.

En este sentido, desde Hostelería de España se insistió en la necesidad de alargar el plazo de solicitud de ayudas, que expira el 31 de diciembre. La hostelería solicita la ampliación de este plazo hasta junio de 2022, además de la aplicación de criterios más sencillos. No se puede admitir que las CCAA vayan a devolver al Gobierno 2.500 millones de € procedentes de estas ayudas con la grave situación que todavía viven las empresas.

La resiliencia y capacidad del sector para superar las dificultades, ha dejado un porcentaje de supervivencia de las empresas en restauración de un 78,5% en el primer trimestre afectado por la crisis, aunque la vuelta progresiva a la actividad en la mayoría de los casos no fue suficiente para mantener los gastos fijos que conllevaba la apertura, por lo que, en el último trimestre de 2020, ese porcentaje descendió hasta un 70,4%. En el alojamiento los porcentajes son superiores, de un 87,1% en el segundo trimestre y un 80,5% en el cuarto.

Peores datos en las islas

Este Anuario, que se realiza desde 1995 muestra datos precisos de los distintos indicadores clave que muestra la salud del sector. Uno de ellos es la facturación, en el alojamiento la crisis ha tenido un mayor impacto al tener una mayor dependencia del turismo con una caída media en el año por encima del 70%, mientras que, en las actividades de restauración, más dependientes del consumo interno, el descenso se situó en torno al 30%. Tampoco ha sido igual la caída en las diferentes comunidades autónomas, estando más afectadas aquéllas más dependientes del turismo internacional, con las islas a la cabeza, de -65,6% en Baleares y 52,1% en Canarias.

Respecto al empleo, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) nos muestran un fuerte impacto de la crisis, reduciéndose el número de trabajadores hasta 1,4 millones, frente a los 1,7 millones del año anterior. 2020 ha dejado 200.000 trabajadores menos en restauración, y 90.000 trabajadores menos en el alojamiento. Además, hay que tener en cuenta los trabajadores acogidos a ERTE, que en el último mes de 2020 se situaban por encima de los 300.000, según datos de afiliación a la Seguridad Social.

En cuanto a los precios, en 2020 en las actividades de restauración subieron una media de un 1,6%, tres décimas menos que el año anterior, mientras que en el alojamiento la tasa de crecimiento fue negativa, de -4%.

La digitalización avanza

Esta crisis ha traído algunas tendencias muy marcadas, que seguramente se impongan a corto y medio plazo. La digitalización está a la cabeza, para mejorar los procesos, tanto de producción como de comercialización. Se van a producir nuevos momentos de consumo que supondrán nuevas oportunidades de emprendimiento, y la comida a domicilio y para llevar seguirá experimentando un auge que se sumará a la oferta integral de los negocios. Por último, nos encontraremos con una hostelería con una gestión muy mejorada, en la que la eficiencia en los procesos y la profesionalización van a primar, además, sostenibilidad y formación son otros aspectos ineludibles para la recuperación que marque las líneas del sector del futuro.

El sector de la hostelería en España antes de la crisis facturaba 130.841 millones de euros, lo que representaba un 6,4% del PIB y empleaba a más de 1,7 millones de trabajadores. Estas cifras demuestran la importancia que tiene el sector para la economía de nuestro país y que ha conservado a lo largo de los años, tanto en la contribución a la riqueza del país como por el papel clave que protagoniza en el desarrollo del turismo.

Este informe, que se ha presentado en la sede del Campus Repsol de Madrid, ha contado con la presencia de María Ritter, Directora de Guía Repsol, que ha señalado que “en Repsol y en Guía Repsol no somos ajenos a la situación actual de la hostelería por lo que hemos seguido apoyando y trabajando para reconocer vuestro esfuerzo. Queremos ser el referente energético para dar respuesta a todas las necesidades de nuestros clientes y hemos puesto en marcha iniciativas para que los restaurantes sean más sostenibles y eficientes. Además, el reconocimiento de los Soles y la creación de una nueva calificación, los Soletes, han ayudado a crear una comunidad gastronómica más potente y fuerte en España”.