Baguette, Patrimonio Inmaterial de la Unesco

El 30 de noviembre la baguette fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Unesco gracias a la campaña del Ministerio de Cultura francés.

Redacción

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La decimoséptima edición del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, organizada del 28 de noviembre al 3 de diciembre en Rabat, Marruecos, incluyó en su lista del PCI y el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia, la artesanía y cultura de la baguette.

 

La baguette es un producto próximo a nuestra cultura, pero en esta edición la Unesco, entre los cuarenta elementos aprobados, ha añadido varios más relacionados con el mundo gastronómico. Estos son: el Mansaf, un plato festivo que ocupa un lugar central en los eventos socioculturales de Jordania; los conocimientos y prácticas relacionados con el cultivo de granos de café Khawlani; el Raengmyon de Pyongyang, un plato social y cultural habitual en la República Popular Democrática de Corea; la cultura apícola en Eslovenia; la harissa, un condimento a base de puré de pimiento rojo, que forma parte de las provisiones domésticas y de las tradiciones culinarias y alimentarias cotidianas de la sociedad tunecina; el šljivovica, una bebida espirituosa tradicional de ciruela; los saberes de los maestros del ron ligero o las técnicas tradicionales de elaboración del té y prácticas sociales asociadas en China.

 

Según la Unesco, “la baguette es el tipo de pan más popular que se consume en Francia durante todo el año. El proceso de fabricación tradicional incluye varias etapas: dosificación y pesaje de los ingredientes, amasado, fermentación, división, reposo, moldeado manual, acabado, escarificación (la firma del panadero) y cocción. La baguette se diferencia de otros panes en que se compone de sólo cuatro ingredientes (harina, agua, sal, levadura y/o masa madre) de los que cada panadero obtiene un producto único. La baguette requiere habilidades y técnicas especiales: se hornea a lo largo del día en pequeñas tandas y el resultado varía según la temperatura y la humedad. Genera unas pautas de consumo y unas prácticas sociales que la diferencian de otros panes: una compra diaria que conlleva visitas regulares a las panaderías; una forma alargada que requiere exposiciones específicas. Su frescura y suavidad ofrecen una experiencia sensorial especial”

 

¿Sabías qué…?

-Actualmente se desconoce el origen exacto de la baguette. Algunas teorías apuntan a que fue un invento para que las tropas de Napoleón pudieran llevar pan fácilmente en los bolsillos en el campo de batalla. Otras, que su forma facilitaba la partición en porciones.

 

-Se producen seis millones de baguettes al año.

 

-Existen varios concursos en Francia que premian la habilidad del panadero para conseguir una baguette de calidad. Entre ellos, el Concurso Nacional de la Mejor Baguette de Tradición Francesa, cuyo ganador se encarga de hornear las baguettes del Elíseo. Y el Meilleur ouvrier de France, un certamen que se celebra cada cuatro años.

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