¿Vuelven los cierres?

Mónica Ramírez

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La creciente subida de casos covid plantea de nuevo el establecimiento de medidas que ayuden a frenar la incidencia. En Austria, el cierre de comercios es una realidad, en Eslovenia el confinamiento de los no vacunados también. En nuestro país, de momento, las herramientas que se han puesto sobre la mesa es el conocido pasaporte covid, una medida que funciona en Francia desde hace meses, y las restricciones horarias.

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Mientras se oyen las primeras voces sobre volver a los horarios restringidos y aforos en hostelería y ocio nocturno, son varias las comunidades que han puesto sobre la mesa la implantación del pasaporte covid para acceder a determinados establecimientos. De momento, País Vasco rechaza la iniciativa; Andalucía y Navarra la están estudiando; Castilla La Mancha la considerada justificada «en determinados casos», Madrid lo ve como una medida discriminatoria pero Cantabria, Asturias, Comunidad Valenciana, Galicia y Catalunya están de acuerdo en aceptarla. En el último caso será efectiva a partir del viernes en locales de restauración, gimnasios, centros deportivos y residencias de gente mayor.

El Gremi de Restauració de Barcelona explicaba que la medida se asume con resignación. «La medida no nos entusiasma pero la vemos como un mal menor y ayudaremos a los restaurantes durante el proceso de implementación. Ha de ser sustitutiva de las restricciones de horario y aforo -completamente inasumibles en estos momentos- durante toda la sexta ola, si es que esta se llega a producir. En cualquier caso, la evolución pandémica ha vuelto a desmentir a aquellos que daban por superada la crisis económica. Para desesperación de todos, esta pesadilla no parece tener fin. Precisamente, hoy, hace un año la restauración reabría después de un cierre de 40 días», aseguraba Roger Pallarols, director del Gremi.

Según lo anunciado por el Govern, en Catalunya, como mencionábamos líneas atrás, la medida será efectiva a partir del viernes. «No es suficiente. Debería exigirse también a centros comerciales, establecimientos con degustación, equipamientos culturales… En el fondo, se trata de incentivar forzosamente la vacunación y para que esto sea realmente así, las restricciones a los no vacunados deberían ser muy elevadas», indica el Gremi.

Por su lado, Hostelería de España señala «Una vez más, el gobierno vuelve a situar la hostelería como el foco de los contagios y desde Hostelería de España se denuncia de nuevo la criminalización que sufre el sector y se rechazan, tal como ha expresado hoy también el consejero de Sanidad y Servicios Sociales de Extremadura, José María Vergeles, las medidas incomprensibles e inútiles, como la restricción por horarios, cuando, evidentemente, el virus no entiende de horarios y son otras las razones de su propagación». Y añade «Si estas restricciones acaban poniéndose en marcha, serán necesarias indemnizaciones para los hosteleros que vienen encadenando pérdidas irreparables que afectan a sus ingresos y pone en riesgo puestos de trabajo».

En cuanto al pasaporte Covid, Hostelería de España lo tiene claro, «son los gobiernos autonómicos quienes tienen la competencia de las medidas a adoptar actualmente. De momento desde el sector hostelero se ven dificultades para implantarlo por la necesidad de personal de control en las puertas de los establecimientos, la dificultad que genera la brecha digital a determinadas edades y lo desincentivador que puede resultar para la población, y además puede ser una fuente de fraude que aún no cuenta con una regulación adecuada. Tras más de año y medio de pandemia, el legislador no lo ha regulado».

Para esta asociación, replicar lo que se está realizando en otros países no es la mejor estrategia ya que las condiciones son otras. «Se está tomando como referencia Europa, pero muchos países europeos están imponiendo el pasaporte Covid como incentivo de la vacunación (por la baja participación ciudadana) no como medida de contención de la pandemia. Este no es el caso de España donde el 89,1% de la población tiene la pauta completa y además se dispone de un elevado índice de inmunidad natural, porque son más los ciudadanos que han pasado la enfermedad en anteriores olas de la pandemia».

Al respecto, ha trascendido, en un comunicado de Hans Kluge, director de OMS-Europa, «para vivir con este virus y seguir con nuestra vida diaria necesitamos un enfoque que exceda a la vacuna. Eso significa recibir las dosis estándar y una de refuerzo si es ofrecida, pero también incorporar medidas preventivas en nuestras rutinas». Entre las medidas propuestas, también se encuentran la aplicación de una tercera dosis de vacuna a modo de refuerzo en franjas de edad determinada y la recuperación del teletrabajo.

Esta tarde la Comisión de Salud Pública debatirá no solo sobre la viabilidad de esa tercera vacuna sino también sobre el cierre del interior de los bares y restaurantes a partir de las 23:00 en zonas donde la incidencia sea superior a 100 casos por 100.000 habitantes y exista una alta presión hospitalaria.

Veremos en qué deriva todo aunque todo apunta que, un año más, peligra la campaña de Navidad. Llueve sobre mojado.