Navarra: "Es una decisión política y no sanitaria"

Carla Vidal

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Las asociaciones de hostelería de Navarra piden al Gobierno foral un Plan de rescate y Viabilidad para el sector hostelero tras las devastadoras nuevas medidas anunciadas ayer y que implican el cierre de bares y restaurantes durante catorce días a partir del próximo jueves. Los restauradores anuncian movilizaciones diarias como protesta a las restricciones tan estrictas impuestas al sector de la hostelería.

 

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Negros nubarrones se cernían al inicio de la semana sobre la restauración navarra tras el anuncio de María Chivite, presidenta del Gobierno de Navarra, de nuevas -y drásticas- medidas para frenar la segunda ola de la Covid-19 en la región. Catalunya abrió camino, y esta semana Navarra le seguía anunciando el cierre de bares y restaurantes entre otras medidas -como el confinamiento del territorio- durante los próximos catorce días a partir del jueves 22 de octubre. Y llovía sobre mojado, pues hacía tan solo siete días la hostelería navarra ya recibía con preocupación el anuncio del límite horario a sus actividades con cierre a las 22:00h.

Las reacciones no se han hecho esperar. «Somos un sector que no está dando ningún problema pero que sufre una situación injusta». Así de contundente se mostraba, Ana Beriain, presidenta de la Asociación de Empresarios de Hostelería Navarra (AEHN) en una comparecencia conjunta con las otras asociaciones de hostelería de la región: la Asociación de Salas de Fiestas, Baile y Discotecas de Navarra (ASBANA), la Asociación Navarra Pequeña Empresa de Hostelería (ANAPHE) y la sección de hostelería de la Asociación Casco Antiguo de Pamplona.

“La hostelería no es foco de contagios”

Las cuatro asociaciones coinciden en calificar este cierre como “una decisión política y no sanitaria” y para avalar sus palabras han destacado que de los casi 9.000 brotes contabilizados en toda España solo 190, el 2%, corresponden a la hostelería, a la que únicamente se le puede atribuir entre clientes y empleados el 3,5% de los casos diagnosticados, menos de 1,1 casos por cada 100 establecimientos, según datos del Ministerio de Sanidad.

En este sentido la presidenta de ANAPHE, Marian Rodríguez, ha puesto en valor las medidas tomadas por el sector, con protocolos y formación a sus trabajadores, y ha indicado que con el cierre de los bares aparecen «los botellones, las fiestas y los fiestones y el contagio social de la Covid”, por lo que ha instado a que se denuncien y sancionen estos comportamientos.

Paralelamente, los representantes de los restauradores exigen al Gobierno de Navarra “un plan de rescate y viabilidad para un sector que representa el 7% del PIB de Navarra” y que cuenta con 18.000 empleos directos en hostelería y más de 2.000 indirectos en distribución, según datos de las mismas asociaciones empresariales.

Y para defender esos 20.000 puestos de trabajo se han anunciado también movilizaciones diarias mientras los bares y restaurantes se encuentre cerrados. El miércoles, 21 de octubre, se ha convocada la primera de estas concentraciones a las 22:00 h en la Plaza del Castillo de Pamplona; una concentración que se repetirá cada día, pero a partir del jueves a las 20:00h, hasta que no finalice el periodo de cierre de los bares y restaurantes.

De hecho, este mismo martes ya se ha vivido una concentración previa frente al Palacio de Navarra, donde a golpe de cuchara y puchero, los manifestantes reclamaban su derecho a seguir trabajando bajo pancartas como “Busco trabajo, experiencia en hostería”.

 

Apoyos al sector

Pamplona será el centro de estas reivindicaciones y desde su misma alcaldía han recibido ya los restauradores una primera muestra de apoyo. El alcalde de la capital navarra, Enrique Maya (Navarra Suma) ha puesto en duda, durante una entrevista concedida a Radio Euskadi, que el cierre de bares y restaurantes sea una medida eficaz para luchar contra la propagación de la Covid. «Algo había que hacer, pero con los datos que tengo no cerraría la hostelería y controlaría más el uso de la vía pública. El problema son el botellón y los pisos, más que los bares y los restaurantes», ha señalado el alcalde de Pamplona.

Más allá del apoyo verbal a los restauradores, Maya se ha comprometido también a trasladar a los restauradores de la ciudad la voluntad del Ayuntamiento de no cobrarles impuestos, así como su intención de trabajar para conseguir como mínimo la apertura de las terrazas de los locales de restauración. “Los hosteleros están cumpliendo”, admitía el alcalde, y por ello aseguraba que hay que estar a su lado en esta difícil situación.