Las mejores coctelerías para refrescarse en verano
Recorremos coctelerías para disfrutar de tragos largos y cortos, clásicos y de autor, en las mejores ubicaciones
El verano pide bebidas refrescantes, en vaso largo y con buena dilución. Aunque siempre se puede recurrir a un estupendo frozen daiquiri o a uno de los reyes de la temporada, la margarita, con su dosis justa de tequila, triple seco y lima.
Seleccionamos una breve lista de buenos tragos, desde terrazas ubicadas en hoteles de prestigio, donde mirar ciudades como Madrid y Barcelona, hasta destinos de playa, en los que nada desmerece el buen beber. Son nuestras recomendaciones para aliviar el calor de este tórrido verano (siempre con un buen vaso de agua cerca, no hay que olvidarlo).
Picos pardos (Madrid)
El minimalismo y la técnica depurada siempre han sido la marca distintiva del gran Miguel Ángel Jiménez, que ahora, bajo el paraguas de Libè y unos socios inquietos (Marta Benzal y Javier Detry) se lanza a asesorar la carta de bebidas del madrileño hotel Bless, en el barrio de Salamanca. La propuesta tiene interés por muchos y variados factores, entre ellos una terraza espectacular, que también cuenta con piscina y las arquetípicas camas balinesas, y, claro está, combinados de altura, donde hay revisiones de hits del espectro tropical y tiki. Sin olvidar el clásico aperitivo italiano, aquí refrescado y dado una vuelta, con un punto más divertido.
¿Ejemplos? Su piña colada ha mutado en una horchata MX, con leche de arroz y almendra; al negroni ellos lo llaman exotic red y juega con texturas y un ligero sabor a coco, puro verano. En las elaboraciones de Libè no hay artificio y si mucha entrega hacia la naturalidad y la transparencia, siempre con la época estival como momento referencial. También seducen su relaxing cosmo, un viaje al Nueva York de los dosmiles esta vez con champagne, triple seco, sandía, cereza y flor eléctrica o el mango Tommy’s, con un delicioso shrub (sirope donde se combina fruta, azúcar y vinagre) de mango y licor de albaricoque.
Picos pardos sky lounge, C/ Velazquez, 62. (Madrid). Precio medio de los cócteles: 14€
Lemon (Menorca)
En una cala de ensueño, en la bahía de Mahón, se ubica Lemon, una coctelería abierta por Juan José Marcos en 2016. Este asturiano de aspecto afable es uno de los secretos mejor guardados de las Baleares. Su terraza, con poco más de doce mesas, se llena indistintamente de público local e internacional. Habituales que saben de su historia alrededor de la barra en lugares como Nueva York, Nueva Jersey o San Francisco. Esa inspiración, la del cóctel americano, donde pasó 18 años, es la que se deja ver en su carta.
Los daiquiris son una de sus especialidades. En esta época, si se le tira de la lengua, es fácil que recomiende bebidas con ron y bourbon, creaciones ideadas en el Caribe y en el sur de los Estados Unidos. El ron, con lima y angostura, al que se le puede añadir un buen azúcar oscuro, por ejemplo la variedad demerara; y el bourbon con lima y menta. Su botellero, con unas 600 referencias, también es un imprescindible si se quiere saborear buenos destilados
Lemon, C/Moll de Cales Fonts,12. (Menorca). Precio medio de los cócteles: 9€
Moments Bar (Alicante)
La playa de Urbanova, en la bahía de Alicante, con el Mediterráneo en toda su plenitud, es el lugar elegido por la familia Remacha Sanz para localizar su Moments Bar, que abrió en 2015. A su delicado recetario, donde brilla el pescado de la lonja de Santa Pola, hay que sumar una carta de cócteles que apuesta por el clasicismo y los tragos de autor.
Al frente se encuentra Juan Pablo Alcón, que durante cuatro años ha ido perfeccionando técnica y buena mano, con una selección envidiable de destilados. El aperol spritz es el rey absoluto, pero si uno quiere indagar en sabores más complejos y bien balanceados puede probar un pacto pirata, un cóctel tiki realizado con Habana club y que tiene matices especiados y dulces o valle de los ciervos, a base de Glenfiddich 12, vainilla, jengibre y cítricos. La vajilla de fantasía, por cierto, la firma el estudio de José Piñero.
Moments Bar Línea de Playa, P.º Tomás Durá, s/n. (Alicante). Precio medio de los cócteles: 12€
Terraza Verbena (Barcelona)
El hotel Monument cuenta con un invitado de lujo durante estos meses de veraneo. Hasta su increíble azotea, inaugurada hace un lustro, se desplaza todos los miércoles uno de los integrantes del equipo de Giacomo Giannotti para elaborar cinco creaciones de Paradiso, el mejor bar del mundo según 50 Best Bars. De estas, una de ellas es exclusiva para el rooftop, the spirit of monument, con limoncello, bitter de naranja, zumo de jengibre, sirope de agave y cava Clos de Gelida, una combinación que va evolucionando a medida que los ingredientes se mezclan.
Entre los otros signature cabe mencionar kriptonita, que hace uso de la riboflavina, un material que se ilumina al contacto con la luz, y bacco per bacco, con un vistoso vaso en forma de racimo de uvas y base de gin, shiso, cordial de pomelo, Génépi, Lillet, aloe vera y applegreen soda. El espacio también abre a diario con su propio equipo y cócteles especiales como el frozen art pop y el fresh poppy.
Terraza Verbena Pg. de Gràcia, 75 (Barcelona). Precio medio de los cócteles: 17€
La Cabane (Marbella)
Los Monteros fue un hotel icónico que marcó historia si se quiere recordar lo que fue la Marbella más disfrutona. Ahora, ese mismo hotel reabre con un concepto en el que colaboran Dolce & Gabanna y Dani García, dos ases del buen diseño y la gastronomía. También de los cócteles, que pueden probarse tanto en su restaurante como en la piscina, en lo que fue el conocido La Cabane, el club de playa donde algunas noches se juntaban con el día.
Si nos ceñimos sólo al beber, hay innumerables guiños a Italia y España, cuna de los dos impulsores del proyecto. De Capri a Marbella lleva vodka Belvedere, Aperol, piña, lima y maracuyá; dolce vita se elabora con Bombay Bramble, Martini Rubino, naranja y licor de cereza Heering; y su twist de la paloma, palomita lo hacen con Tequila Patrón Silver, albahaca, mango, lima y chili.
La Cabane Beach Club C/ Jabalí s/n. (Marbella). Precio medio de los cócteles: 19€
Lolita Skyview (Málaga)
Las vistas a la ciudad de Málaga y a su bello horizonte marcan las primeras impresiones de Lolita, un rooftop inaugurado hace poco mas de un año, en la octava planta del hotel Only You malagueño. Desde aquí se puede divisar la Alcazaba, el Muelle Uno o el castillo de Gibralfaro. Además de contar con una instagrameable piscina infinita, se bebe magníficamente.
Su acertada decisión transita por los clásicos que más puedan aliviar el calor. Es decir, tragos en formato largo, con bien de hielo, y donde brillan hits atemporales como el moscow mule, la piña colada, el mojito y la paloma. Además de su innegociable aperol spritz, que elaboran con cava, y una debilidad, el frozen daiquiri
Lolita Skyview Alameda principal 1 (Málaga). Precio medio del cóctel: 12€
Boia Nit (Cadaqués)
La playa de Cadaqués y un espacio que data de 1946 son las credenciales de este bar familiar donde Manel VehÍ, tercera generación, da forma a una carta con increíble gusto. Este cadaqués, un trotamundos que ha viajado por innumerables países, de Ecuador a Tailandia pasando por Francia o Estados Unidos, dedica los veranos a transformar el lugar en una coctelería de un nivel absoluto. Con premios de relumbrón, como el Medinspirations de Gin Mare o el Campeonato de España Sidecar de Merlet.
Las creaciones de Vehí -más de 150 sumando sus diferentes menús- beben de sus viajes y asesoramientos internacionales, además del producto local. De ahí que Cadaqués y la Costa Brava sean sus referentes para viajar y crear: hay porrones que parecen sacados de Alicia en el País de las Maravillas y bloody marys especiados y picantes, que parecen mutar en margaritas.
Boia Nit Passeig cadaques, 17 (Cadaqués). Precio medio del cóctel: 10€
SOBRE LA FIRMA
Abraham Rivera
Escribo sobre la historia del comer desde hace más de una década. Interesado en la cultura de bar. Me gustan los menús del día, y todo aquello que ponga en valor el saber de nuestras madres y abuelas, incluidos unos buenos macarrones con tomate o un sencillo arroz de verduras. También hablo del buen beber.