Un lugar 'sota els Àngels'

Visita a la bodega biodinámica de Maria Jesús Polanco y Guy Jones en el Empordà

Equilibrio entre la mente, cuerpo y espíritu, este es uno de los comentarios que Josep Roca hace de una de las bodegas más interesantes que últimamente he visitado: Sota els Àngels. También continua diciendo que su vino proyecta su filosofía mostrando armonía entre las partes agrícolas (mente), la calidad de la uva (cuerpo) y el color, aroma, y el sabor del vino (espíritu).

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Vista panorámica de los terrenos de Sota els Àngels.

Sota els Àngels es la finca que compró el matrimonio compuesto por Maria Jesús Polanco y Guy Jones no hace muchos años. Pertenecía a unos payeses de toda la vida, que hartos de las inclemencias del tiempo, plagas, penalidades y muchísimo trabajo decidieron cambiarlo por la enseñanza y la administración pública. Maria Jesús, antropóloga e hija de un magnate del periodismo, se introdujo en el mundo del cine aunque se dio cuenta de que este tipo de vida no era la que ella quería. En ese periodo conoció a Guy Jones, se casaron y se fueron a vivir al norte de Gales, donde Guy tenía su actividad agrícola. A María en un principio le gustaba, pero poco a poco empezó a echar en falta el sol de su país y decidieron comprar una finca vinícola aquí. Seguramente le habrá pasado lo mismo a Bale buscando el sol de Madrid.

Así que adquirieron una finca en el Empordà (Girona), sita en los municipios de Cruilles, Monells y Sant Sadurní de l’Heura. Una finca de 20 Ha que es un bosque mediterráneo, llena de encinas, pinos, alcornoques y 8 hectáreas de vid, que quedan escondidas. Temperaturas suaves en invierno, con pocas heladas, veranos calurosos con una fina brisa marina que atempera el calor, aunque lo peor son las granizadas como la que cayó el pasado 26 de julio, piedras del tamaño de huevos.

«Sota els Àngels no es sólo vino. Es una forma de entender la vida. Es un proyecto personal y lo hemos dejado todo para poder elaborar nuestros vinos», dice Maria Jesús.

Optaron por la elaboración biodinámica. Su biblia es el calendario de la agricultura biodinámica que explica qué hay que plantar durante la luna menguante:

Hay que enterrar un cuerno durante un año y al cabo del cual desenterrarlo, echar excrementos en un bidón con agua tibia, deshacerlo y luego esparcirlo. Tanto los trasiegos como las podas se hacen en días determinados según los ciclos de la luna; pasean continuamente entre las vides observando su estado y estando preparados para cualquier señal de alerta. Es una familia con plena dedicación y comunicación con sus plantas!!!

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Las vides de la bodega Sota els Àngels.

En las 8 hectáreas que configuran el viñedo, las variedades plantadas son: Merlot, Syrah, Cariñena , Cabernet Sauvignon y Carmenere entre las tintas y Viognier y Picapoll entre las blancas. Cada cepa tiene aproximadamente una superficie de viña similar. Interesante el caso de la Carmenere: una cepa que, según Jancis Robinson en su libro Wine Grapes, proviene del País Vasco, desaparece en el siglo XIX y aparece en Chile en el siglo XX. No es casualidad. Chile es el único país del mundo que no fue afectado por la filoxera. Curioso, las laderas del Aconcagua en la parte argentina sí se vieron afectadas. Nadie ha sabido explicar la causa.

La bodega está situada por debajo del nivel de tierra. Su arquitectura facilita la elaboración de vinos ecológicos ya que dispone, y esto es muy importante, de climatización natural. El pavimento tiene una suave pendiente que facilita trabajar aprovechando la gravedad desde que la uva llega a la bodega; después a la sala de barricas hasta su embotellado final. La temperatura oscila entre 13º y 15º.

Catamos los vinos de barrica en la sala, una de las maneras que más me gustan pues para mi es importante la primera percepción que tengo de ellos.

Un Syrah especiado, rico, poderoso y muy potente. Después pasamos a una Cabernet Sauvignon delicada fina y elegante; un Merlot sabroso aunque mejorará en barrica; una Cariñena deliciosa con un buen potencial. La joya de la corona fue la Carmenere, opulenta, sabrosa, rica, elegante. Totalmente fastuosa. Espero que si un día Sota els Àngels embotella unas pocas botellas de esta varietal pueda tener el privilegio de adquirir alguna.

La primera añada que elaboraron fue 2007, sólo en tinto y en total produjeron unas 6000 botellas. Ya en 2008, que es la añada que ahora comercializan, se han elaborado 7.000 botellas, de las que 1.500 son blancas.

Los vinos

DESEA ,TINTO 2009

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Sota els Àngels.

Tinto a base de Carmenere un 40%, Merlot 30%, Cabernet Sauvignon un 15% y el resto repartido entre Cariñena y Syrah. Un vino fresco, elegante, goloso y mineral . En nariz destacan frutas negras y especies. En boca tiene muy buena estructura, limpio, elegante con un final largo, que persiste en el paladar. Abierta la botella no hay que preocuparse pues puede estar varios días abierta y sin tapar y no percibir ningún signo de oxidación.

SOTA ELS ANGELS , TINTO 2008.

A base de Cabernet Sauvignon 43%, Cariñena 38% y Carmenere 21%, se ha elaborado un vino de profundo color de moras. De gran intensidad aromática destacan los aromas a especias y sotobosque. En boca es fino, goloso, delicado pero ante todo elegante.

SOTA ELS ANGELS , BLANCO 2011

A base de Picapoll 44% y Viognier 56 %, tiene un hermoso color amarillo pajizo. En nariz aromas florales con toques de anís (hinojo) y cítricos. En boca es denso, persistente, a la vez que combina fuerza con sutileza, con una notable acidez. Un vino blanco con justo tres meses de madera que aconsejo guardar.

La despedida

Ya en el momento de despedirnos me advierten de que no vaya en dirección Calonge debido a la gran cantidad de….jabalíes!!! que circulan por la carretera durante la noche. Como sigamos así y no se haga ninguna actuación pronto el paté de jabalí será plato imprescindible en este país.

Con esta recomendación vamos dirección La Bisbal, despacio, no sea que encontremos alguna patrulla de estos animales. Nadie en la carretera, tranquilidad total. Ya en la población cerca de donde nos encontramos con Maria Jesús vemos un semáforo y al lado un coche de la Policía Local. Nos miramos mientras nos cruzábamos. Yo pensé: poco se puede imaginar el agente que vengo de conocer y disfrutar de una maravillosa bodega Sota els Àngels.