Una enorme guía del whisky

No es que vuelva el whisky, porque jamás se ha ido, pero sí que se comienza a percibir que volverá a tener una presencia mediática importante y esta guía es una ayuda y una prueba para estar al tanto. 

Iconic Whisky tiene toda la información necesaria sobre el universo del whisky y la familia de destilados de cereales.

 

Subtitulado Guía de cata para amantes del Whisky, incluye una broma nada más comenzar: «Abusar del alcohol es peligroso para la salud. Bebe con moderación.» Dudo que nadie y, aunque cuando escribo nadie me entran dudas, tengo muchas razones para dudar de que quien abra esta guía lo haga con la intención de escoger una de estas botellas para emborracharse.

 

Una enorme guía del whisky 0

 

 

Título: “Iconic Whisky

Autoria: Cyrille Mald & Alexandre Vingtier

Traducción: David Cáceres González

Ilustraciones: Christophe Bourges

Editorial: Librooks

Número de páginas: 448

Precio: 28,50 €

 

Esta maravilla de letra pequeña –aunque con una buena fuente– también se presenta como La selección de los mejores whiskies del mundo. Analiza más de 1.000 whiskies de 200 destilerías y marcas de 25 países productores. Es una guía, no un libro para leer de un tirón. Tiene toda la información necesaria sobre el universo del whisky y demás familia de destilados de cereales malteados fermentados, envejecidos en barrica,  con más de 40º, sea cual sea su país de origen, aunque, obviamente, la guía tiene  una aplastante mayoría escocesa.

 

No es que vuelva el whisky, porque jamás se ha ido, pero sí que se comienza a percibir que volverá a tener una presencia mediática importante y esta guía es una ayuda y una prueba para estar al tanto. 

Pienso que es una buena obra de consulta, a pesar de haber sido concebido como una guía, pues también cuenta con más de un centenar de páginas interesantes  sobre el mundo de los whiskies. Comienza con un glosario y sigue la elaboración, los cereales, el agua, la germinación, el malteado, las levaduras, la fermentación, la destilación –discontinua, Pot Still, y continua, Coffey Still–, el envejecimiento y las barricas. Los tipos de barrica y todos los destilados cereales malteados fermentados, envejecidos en barrica, con más de 40º, desde el scotch, porque presta mucha atención a todas las zonas productoras de Escocia, hasta los whiskey de Irlanda y Estados Unidos. Los whiskies de Japón y Canadá también cuentan con un capítulo aparte, y luego está el resto del mundo, de la Europa continental a oriente y al hemisferio sur.

 

Me ha parecido un acierto dedicar unas páginas a la liturgia de la cata de whisky; a los cuadros para la degustación por regiones, países o estilos, y a la organización por familias aromáticas, porque, insisto, se comienza a vislumbrar una nueva edad de oro, ahora mucho más gastronómica. 

 

Los anexos finales, pienso, apuntan a otros muchos libros: rutas, maridajes, whiskies de leyenda, fiestas y festivales.

 

Tras leer este libro y pasar todas las páginas, para ver todas las botellas incluidas, todas, tomé consciencia de los libros de papel. Pensé en una aplicación. Es práctica cuando te encuentras en una destilería o en una whiskeria, pongamos el Museo del Whisky, dudas y pierdes el norte con tanta oferta. Una aplicación no la habría mirado ni leído. A lo sumo habría mirado qué dicen de los más conocidos y de las destilerías que uno ha visitado. Con este libro te percatas que a uno le queda mucho por catar, incluso de las destilerías visitadas.

 

Ya que la mayoría del whisky de la guía es escocés, el volumen incluye una guía de pronunciación de los nombres gaélicos de las destilerías, a partir de su transcripción fonética al inglés, ya que algunos sonido no existen en castellano.

 

El grafismo, ilustraciones e iconografía lo hacen muy ameno, comenzando por la brillante rueda de aromas de los autores.

 

Las fichas son completísimas: la encabeza la destilería y de cada una hay las botellas seleccionadas, con las notas de cata, la puntuación, la región, el añejamiento, el tipo de barrica y  la graduación, que puede incluir si está diluido, filtrado, las destilaciones, etc… Sin entrar mucho al detalle, uno se percata que bastantes destilerías de todo el mundo pertenecen a grandes corporaciones multinacionales de bebidas alcohólicas. Y que los japoneses sacan, de mediana, bastante mejor nota el resto.