Ada Parellada abre L'Airet, un homenaje a la sostenibilidad fuera de Barcelona

Si hace unos días hablábamos de la apertura de Foodlona en Badalona por el chef Miquel Antoja (léase la noticia aquí), hoy es Ada Parellada la artífice de un nuevo proyecto fuera de Barcelona: L’Airet, en L’Hospitalet de Llobregat. ¿Asistimos a una descentralización del negocio gastronómico? Esperemos que sí.

Ada Parellada abre L’Airet, un homenaje a la sostenibilidad fuera de Barcelona 0

No suele ser habitual que cocineros con cierto renombre abran sus nuevos locales fuera de Barcelona ciudad, una atractiva plaza dada su localización que, sin embargo, se convierte en una arma de doble filo por su alta competitividad y la saturación de negocios dedicados a la restauración. Tal y como explica el experto en restauración David Rubert -autor del libro especializado en gestión La Cuenta, por favor- «la gente desconoce cómo está el mercado, y éste está extra saturado de restaurantes. Ya no acepta más oferta”. Y añade, “En la capital catalana hay un restaurante por cada 172 habitantes, por cada 78 en zonas como Ciutat Vella. Es mucho. En los últimos tiempos, de cada tres restaurantes que abrían uno cerraba». La falta de equilibrio entre el número de comensales y el de restaurantes dibuja un paisaje comercial de idas y venidas, de aperturas y cierres muy similar a lo que ocurre en otras ciudades como Madrid. El mal de las grandes ciudades.

Dadas las razones, no es extraña la aparición de una nueva tendencia: la deslocalización o la apertura del anillo de negocio. Una buena noticia para todos aquellos que buscan disfrutar de la buena cocina en su barrio -y ciudad- sin tener que desplazarse al centro de Barcelona.

No obstante, todo está inventado y algunos ya lo tuvieron claro hace años. Fue el caso, por ejemplo, de Víctor Quintilla y Mar Gómez, propietarios de Lluerna, en Santa Coloma de Gramenet. Ambos prefirieron quedarse en su ciudad natal, donde los costes y la competencia eran inferiores -dentro de su segmento- en comparación con la Ciudad Condal donde a buen seguro el recorrido hubiera sido más complicado. Los años le dieron la razón, no solo por la obtención de su estrella Michelin en 2013, sino porque la buena marcha del negocio ha permitido que hace algo más de un año pudieran trasladarse a un local más grande -dentro de la misma ciudad- y abrir un bar -de nombre Verat- con una propuesta más informal justo al lado (les hablamos de esta noticia aquí).

L’Airet de Ada Parellada

Situados en este contexto, por tanto, no sorprende -y es consecuencia de un intrínseco afán de supervivencia- el nacimiento de nuevos proyectos en este segundo radio de acción. Fruto, en parte de este argumentario y también, como reivindicación de la periferia barcelonesa, es el nuevo proyecto de Ada Parellada: L’Airet, en el barrio de Coll Blanc, de Hospitalet de Llobregat.

Junto a otros socios, autóctonos de esta población y por tanto conocedores del terreno que pisan, la chef catalana busca poner en valor otras zonas fuera del epicentro barcelonés. Y además con una propuesta también en consonancia con las nuevas tendencias: cocina saludable centrada en vegetales, cereales y legumbres con escaso espacio a carnes y pescados y elaborada con productos km 0 -uno de sus proveedores principal es Group Fructus, donde participan agricultores de la Conca del Llobregat-.

La generosa franja horaria de esta casa de comidas -de 8:00 a 21:00, solo cierra lunes tarde- permite la versatilidad de la oferta: desayuno, aperitivo, comida, merienda y cena. El negocio está enfocado hacia el take away pero mantienen un pequeño espacio que da cabida a treinta plazas para quienes prefieran comer in situ.

¿Qué encontraremos en su oferta? Bebidas vegetales, zumos naturales, verduras, diversidad de ensaladas, originales bocadillos, platos veganos y vegetarianos (con posibilidad de añadir pollo o queso para los que prefieran salirse de esta opción), cervezas artesanales y algo de carne o pescado para omnívoros (disponen de Josper, así que el toque brasa está asegurado).Dentro de la carta se pueden encontrar dos menús, de 11 y 8 euros, en función de si tomamos uno o dos platos. Las raciones son generosas.

Para que el discurso de la sostenibilidad en el que se circunscriben sea coherente, en L’Airet apuestan, además, por los envases de vidrio reutilizables -que se premian- o los de un solo uso pero compostables. Ambos casos son válidos en su take away.

El nombre, L’Airet -en castellano el airecillo, es fruto de un juego de palabras con el nombre de la calle donde se localiza -Francesc Layret- en homenaje a este personaje catalán.