El puro se esfuma

La crisis, las leyes antitabaco y las prisas reducen la venta y el tamaño de los habanos

Extraño las viejas sobremesas de café, copa y puro. De los tiempos en que la longitud del habano marcaba el ritmo de la sobremesa. Diría que todo esto está en franca decadencia. Tal vez el café aguanta mucho más porque existe el descafeinado, pero sobrevive amputado. La copa está perseguida y el puro, casi prohibido.

Por supuesto, el cigarro ha dejado de ser cronómetro. Ya no sé si se puede decir que el cigarro es el último placer de  la  sobremesa, porque en lugares públicos y cerrados, las sobremesas con cigarros están proscritos.

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Unos puros.

Entiendo que el fumar compulsivo es un vicio; fumar un puro es un acto de placer poco cotidiano, pero se le ha metido en el carro del cigarrillo. Lo digo porque fumar un puro no tiene nada que ver con el vicio, sino con el placer gastronómico. Fastidia tener que repetir que un cigarro se saborea, no se enciende, como los pitillos, para martirizar los pulmones; por ello, para disfrutarlos reivindico espacios diáfanos, cómodos, monacales y ventilados, donde el tiempo se pare y nadie tenga la osadía de molestar. Sería uno de los peores sacrilegios.

El puro es un caro placer, al que deben dedicarse todos los sentidos. Antaño tenían mucha aceptación los puros largos. Ya desde los primeros años del siglo XXI comienza a menguar la longitud del puro, aunque también crece en grosor. Hay dos factores: el tiempo, cada vez hay menos tiempo para fumar, y las leyes antitabaco, por las que cada vez hay menos lugares donde fumar.

Consecuencia de ello es un descenso del consumo en Europa Occidental y América, y sobretodo en España, donde Habanos pasó de vender el 23% de su total mundial en 2008 hasta el 15% en 2011. Además, según, Altadis – Imperial Tobacco Group, durante el año 2011, las ventas en España bajaron un 20%.

Ley antitabaco, fiscalidad y crisis

En el Estado hay dos momentos cruciales para este descenso, especialmente a partir del 2 de enero de 2011, cuando entra en vigor la la Ley 42/2010, de 30 de diciembre, por la que se modificó la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco. Está prohibido fumar en los locales cerrados, y los fumadores de puros ya no pueden terminar su comilona con un gran cigarro en la sobremesa, pues los restaurantes están sujetos a las medidas, a pesar de las inversiones que muchos realizaron a raíz de la Ley de 2005, que entró en vigor en 2006.   Altadis no atribuye el gran descenso del consumo de habanos solamente a la ley antifumadora, sinó también a la entrada en vigor de la subida fiscal de finales de 2010 y la situación de crisis económica.

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Proceso de secado para elaborar el puro.

Por supuesto, muchos establecimientos han resuelto el problema del fumador con terrazas, porches y patios, con lugares donde el tiempo se logra parar por unas horas. Celler de Can Roca, Mugaritz o Zuberoa han conseguido resolver el problema de la tertulia final con espacios magníficos, una lista que muchos lectores ayudaran a ampliar.

Entre el año 2008 y el 2011 han habido variaciones importantes en todo el mundo. En Europa Occidental, las ventas han caído un 14% y ha registrado un descenso de la cuota de mercado global del 57% al 53%.  Europa Oriental se mantiene con el 5% de las ventas. En América, las ventas han descendido del 18% hasta el 15%.

En cambio, se registran tendencias inversas en Oriente Medio y África, donde las ventas han pasado de representar el 13% del mercado mundial hasta el 14%, y en Asia/Pacífico, donde el comercio se ha casi doblado, ya que ha pasado de suponer un 7% del mercado mundial, hasta un 13%.

Mareva: Montecristo Nº4

Desde casi el último cuarto del siglo pasado hasta hoy, la marca más consumida es Montecristo, siendo, el Montecristo nº4 el cigarro más vendido con un 20% de cuota de mercado. Según Altadis, la Mareva, vitola que incluye el MNº4, es el formato de puro más fumado.

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Habanos Gran Reserva Cohiba.

La sigue el grueso y delicioso Robusto, que, con un 10% de cuota de mercado, ha copado la segunda posición.  En tercera posición, con un 7% de cuota, encontramos un cigarro corto, el Perla, una vitola de tamaño corto, que reúne las condiciones de fumada rápida para superar los handicaps antes comentados. Además Altadis ha lanzado unos cuantos cigarros de esta vitola, como el Rafael Gonzalez Perla.

En cuarta y quinta posición se encuentran dos cigarros que desmontarían mi teoría conspirativa contra el tabaco, si no fuera porque juntos no representan ni el 7% del mercado. Por una parte, con el 3,5% del mercado, encontramos las gruesas i sabrosas Pirámides, con un montón de marcas donde escoger. Por el otro, con una cuota del 3%, encontramos el Edmundo de Montecristo, un cigarro de gran calidad y muy aromático para el que se necesita tiempo, buen café, un gran ron y mejor compañía.

Luego están los deseados Cohiba, sin dudar los mejores, con un sabor singular y una capacidad intrínseca para detener el tiempo. Su precio también rinde homenaje al cigarro inventado por el castrismo y que tomó su nombre de la denominación del tabaco por los Antillanos de la Cuba precolombina.

Suben los habanos de pequeño formato, de los de fumar andando, para disfrutar con prisas y, aunque un puro no merece un aquí te pillo, aquí te mato, fumar un puro sigue siendo un placer, cada vez más efímero. Se nos esfuma el tiempo de fumar. Como si de un tuit se tratara, da la sensación que nos quieren limitar los puros a 140 caladas, incluidas las que necesitamos para encender el cigarro.