Des del primer día tenía claro que, a diferencia de otros medios más generalistas en los que escribía, éste sería un medio dedicado a la reflexión y frecuentado por entendidos, por lo que mis temas y tratamientos pretendían interesarles y estar a la altura. Permitidme la inmodestia de reconocer que estoy orgulloso de que, como era mi intención, algunos aún mantengan su vigencia.
Empecé mis colaboraciones proponiendo un pequeño glosario –un ¿De qué estamos hablando?- que pese a la simplicidad y digestibilidad que exige un artículo periodístico (mucho más, siendo gastronómico) y no una publicación científica, aún sigo citando como bibliografía en escritos, charlas y clases. Creo, pues, conveniente revisitarlo y es el artículo Permítanme que me presente.
Curiosamente hemos tratado de definiciones como las del artículo las últimas veces que he tenido la suerte de hablar con Ferran Adrià, puesto que ahora está ocupado –junto con su equipo- por estos temas en relación con la Bullipedia. Precisamente una de nuestras últimas conversaciones me trajo a la cabeza el siguiente texto, que en cierto sentido es continuación del anterior: ¿Respeto al producto? ¡Respeto a la cocina!
En otro orden de cosas, me gustan también el par de artículos que he listado a continuación, y que reflexionan sobre la dimensión artística de la alta cocina y la creatividad: el primero quizá es más redondo y fácil de leer, el segundo resulta más denso pero –creo- con aportaciones interesantes.
Habría algún otro, pero ya me he excedido en la selección. Feliz año a todos!