Me pide una amiga desde Londres que le recomiende lugares para comer en Ibiza y que le sugiera platos de la cocina ibicenca. No me caben los comentarios ni en un tuit ni en dos de modo que ahí van algunas sugerencias.
Chiringuitos a pie de playa, en entornos maravillosos, en Ibiza hay muchos. Otros tantos han mutado en restaurante, en toda su expresión. Te voy a recomendar el último que he visitado, de precio correcto, acorde con lo que ofrece, y mira que esa relación es difícil de encontrar en las Pitiusas.
CALA D’HORT DESDE TIERRA
Es Boldadó, en Cala d’Hort, tiene unas vistas excelentes de la cala y de los islotes de Es Vedrà y Es Vedranell. Sólo por gozar de ese bello entorno ya merecería la pena la excursión. Aquí te recomiendo probar el “bullit de peix” y su arroz a banda. Los pescados con los que se elabora suelen ser el mero, la sirvia, el dentón y la rotja (cabracho) o algún otro pescado de roca. Si prefieres que no lleve alioli diluido con la salsa, que es como se sirve, pide “salmorra”, que es el mismo plato con los dos servicios, pero con un aderezo de aceite y limón. Y si quieres probar el alioli, no sufras, porque te lo pondrán de aperitivo en éste y en la mayoría de restaurantes, con pan y aceitunas. También tienen en Es Boldadó un buen abanico de platos de pescado, del que presumen, y de arroces.
Este es uno de los lugares donde puedes tomar el café “sa caleta”, que no es otra cosa que un “cremat”, una “queimada”, que en invierno, con el viento frio azotando la cala, seguro que apetece más, pero…bueno, el contexto permite muchas licencias.
UN “BEACH LOUNGE” km0
Si lo que apetece es un restaurante que reúna el ambiente de los “beach lounge” más de moda, a pie de playa, con hamacas y música, DJ en determinados días, y con una cocina de nota, apuesto que te gustará Lips del chef David Reartes.
David abre todo el año, en la muy poblada Platja d’en Bossa. Es un cocinero de larga trayectoria, comprometido con el territorio que lo acoge. Su cocina se compone de muchos productos de proximidad, Km0 en toda regla, empezando por las verduras y hortalizas ecológicas de un huerto cercano. Una buena expresión de ello es la ensalada de tomates con una ligera vinagreta de caldo de espina de atún, vinagre de arroz y notas de almíbar.
David Reartes, desde este año embajador de la cocina ibicenca, se ha empecinado en la recuperación del cerdo negro ibicenco, que hasta hace poco estaba en peligro de extinción. Una prueba de ello es el pulpo soasado con papada de cerdo negro, tarama de langostinos, aguacate y ajetes, o su sobrasada asada con tomate, que ya comentó Xavier Agulló en un post anterior de esta revista.
Interesante también el pollo al curry. Pechuga de pollo de payés confitada a baja temperatura en cazuela (sin malabarismo tecnológico) con su crujiente piel por encima, confitada y frita.
Desde el uno de septiembre sólo abre al mediodía.
EN IBIZA CAPITAL
En Ibiza capital, Vila, en la céntrica calle Vara del Rey el restaurante Alfredo es un clásico. Buen pescado, platos que no faltan en ningún lugar de costa y propuestas típicas de la isla.
Alfredo (el nombre del anterior propietario, el actual es Joan Riera) es un restaurante que ha ido profundizando su identidad ibicenca con los años. Joan Riera, que atiende la sala, presume de un repertorio de cocina tradicional mayor del que es habitual encontrar en la isla, al igual que la carta de vinos locales. A parte del “bullit de peix”, puedes probar aquí la “borrida de rajada”, un guiso de raya, el “guisat de peix”, que no es otra cosa que una caldereta de pescados, o los calamares rellenos de sobrasada, entre otros platos que también nos hablan de la tradición payesa, la de interior, de Ibiza.
Si lo que quieres es vivir una experiencia gastronómica que case la cocina con el arte, la música y la danza, conforme al estilo festivo de la noche ibicenca, te gustará conocer Heart. Ya conté aquí cómo viví en la terraza- Terrace es el nombre del espacio- el festival nocturno de street food y performances.
PARA CADA DÍA
Si pasas muchos días en Ibiza, apreciarás conocer lugares asequibles, de a diario.
En el barrio de La Marina de Vila el Bar San Juan, encontrarás el que se dice que es el más antiguo de la isla. Un restaurante de comida casera que no es la bomba, pero sí muy correcta y a muy bien de precio.
El San Juan es peculiar, pintoresco, con el aire de antaño. No reservan, por lo que si vas en pleno verano es muy probable que tengas que hacer cola.
Está abierto todo el año. Vacaciones segunda quincena de febrero y primera de marzo. Cierra domingo
Otro lugar con menú de mediodía barato, también en la zona de La Marina de la capital, es Ke Kafé un agradable restaurante que ocupa el espacio dónde estuvo antiguamente el Diario de Ibiza. El mejor plato, sin duda, el cuscús, de carne o de verduras, siempre presente entre los segundos a escoger.
Abre todo el año. Vacaciones en enero.
SIEMPRE APETECE UN HELADO
Desde hace unos pocos años, Ibiza también ha sucumbido, por fin, a la irrupción de buenas heladerías artesanas. En la capital, apenas Los Valencianos daban la talla. Hoy entre mis helados preferidos están los de Gelato Ibiza, en la céntrica Vara del Rey. Los artesanos que los elaboran, Alejandro Sánchez y Mario Ribas, de Ibiza, aprendieron la técnica del helado en Italia. De allí trajeron algunas de las deliciosas variedades que ellos mismos hacen a diario. Además de los de los sabores clásicos, recrean los de tartas como la cassata siciliana, o el flaó, el pastel de queso, huevo y menta, típico de las Pitiusas. Si optas por una opción más ligera, prueba la cremolata, que no es otra cosa que un granizado de fruta con la estructura del hielo muy muy fina, que lo asemeja a una crema helada.
Otra heladería recomendable en Vila es Vivi’s Creamery, junto al mercado viejo. El local de Vivi Rosberg, pareja del corredor de Fórmula 1 Nico Rosberg, dispone de una carta con 24 sabores creados por el maestro heladero, Vicent Crovisier. Algunos de ellos poco comunes, como el de regaliz, el de manzanas cocidas, o el sorbete de mango con chile. Todos los puedes coronar con un montón de distintos toppings.
BOCATAS Y BOCADOS
Hace tiempo que echaba en falta alguna tienda donde encontrar variedad de productos de la isla, salvo la del aeropuerto. Taste’m, un pequeño local en una de las callejuelas del Puerto en dirección a Sa Penya, una zona bulliciosa por la noche, reúne una buena cantidad de ellos. Embutidos, quesos, sal, aceites, vinos, pescado seco –imprescindible en la ensalada payesa o de “crostes”- todo lo que se vende, se puede tomar in situ. David, el dueño y alma del local, sabueso a la búsqueda de productos que a le gusten, te explicará lo que quieras saber de cada producto que vende, entre ellos también dulces típicos, como el flaó, el “tortell” , las magdalenas de almendra, la “greixonera”, o empanadas como los “robiols” , hechos en el obrador familiar de Can Noguera.
Taste’m : Abierto desde el 15 abril/ 1 de mayo hasta final de octubre. Horario de 12.30-15.30h 18.30-02.00h
Tampoco faltan todos esos dulces, además de “orelletes”, “cocarrois” y aquellos que se toman según la festividad, en la pastelería-panaderia Can Vadell, también situada en el barrio de La Marina, cerca de la muralla. Allí sólo probé el flaó, y es el que más me gusta, de los últimos que he tomado.
EL CAFÉ O EL APERITIVO
El hecho de disfrutar con la comida, o, por el contrario, su rechazo, está a menudo asociado a múltiples factores de sugestión, psicológicos, culturales…a veces insondables. Me gusta tomar el café en Can Pou Bar, el que presume de ser el bar más antiguo del Puerto. Aquí puedes desayunar o tomar la última copa del día. La terraza es un escenario perfecto para ver pasar el desfile diario de las troupes de las discotecas.. Mientras afuera discurre la fiesta, dentro del bar, como una isla dentro de otra isla, te acompañará siempre la música clásica.
Abierto todo el año.