Rusia y Japón. Capital Gutai Barcelona

Tras salir del trabajo, cada martes y jueves solía quedar con las amigas. Un gintonic, dos tapitas y el mundo se arreglaba. Ahora, una de ellas se había trasladado a Moscú y la otra acababa de hacer un cambio de vida mudándose a Osaka. Para Claudia, el mundo volvía a ser un puzzle. Juntando piezas estaba cuando otra tarde, cabizbaja, descubrió el nuevo restaurante ¿o gastropub? que acaba de abrir en la calle Mallorca de Barcelona.

La sala interior de Gutai Barcelona
La sala interior de Gutai Barcelona

La curiosidad y las ganas de estar tranquila para escribir una carta reprochable a las amigas (sí, era aún de cartas pese a tener el último iPhone) le empujaron dentro. Primer vistazo y sonrisa. “¿Es japonés, no? Parece”. “Bienvenida, asiático diríamos. Somos un restaurante con cocina de todo el sudeste asiático. ¿Quieres sentarte?”. Julià tiene esa presencia y timbre de voz que engatusa. A Claudia ya la tenía. “Bienvenida a Gutai”.

Lo había visto desde la calle y no negoció. “Quiero sentarme aquí, en este palco, con luz, con estas vistas”. “Todo tuyo”. Una barra con taburetes que parece adentrarse en la calle le llamaba. Escribiría esa carta y la maridaría con… “¿Tenéis gintonic?” “Sí, pero quizá querrás probar uno de nuestros cócteles de autor, de sello ruso”. Otra sonrisa. Todo oídos. ”Gutai Barcelona es la primera experiencia internacional del grupo de restauración Semifreddo Group, propietario en Moscú de más de 20 restaurantes. En la capital rusa, poseen Gutai desde hace cinco años, donde acercan la cultura gastronómica oriental en gusto e idea”. Julià hablaba y Claudia asentía. “Además, nuestros cócteles, ideados por el barman ejecutivo de Gutai Moscú, acompañan a la gastronomía, también a la carta de entrantes, sopas y dumplings que sigue vigente entre horas”.

Dumplings, cócteles rusos… El destino era caprichoso. “Me gusta el whisky y los toques florales. ¿Qué me ofreces?” “El Good Guy Gutai, nuestro cóctel insignia: whisky japonés, cordial de yuzu y flores”. Y, ¿para maridar? “Unos tacos, de panceta ibérica, snow crab o guacamole y gambas”. “¿Tacos? ¿México? Me pierdo”. “La carta es japonesa pero se inspira en platos internacionales para recrearlos. Los tacos, por ejemplo, son gyozas fritas”. Ver para creer. “Marchando”.

El rincón de Klava de Gutai Barcelona
El rincón de Klava de Gutai Barcelona

Lápiz en mano, la carta se escribió sola entre sorbos de cóctel y mordiscos orientales. Claudia no miraba el reloj. Sí, entre párrafo y párrafo, oteaba el devenir de la calle desde tan curiosa localización. A los tacos, le siguió un tartar de salmón con guacamole y un bun de ternera. El vacío de las amigas se iba llenando. El boli recriminaba con amor pero la boca sonreía. Se hizo tarde y, sin acabar la carta (la redaccional), prometió volver mañana.

Lo hizo, y descubrió las gyozas, de cerdo con relleno de citronella y dos tipos de soja; los Huevos Benedict al estilo Gutai, con tartar de atún, galleta de arroz y mayonesa de sésamo; las sopas de miso o ramen; los sushi de anguila o vieira; el “Roll chino” con anguila y sésamo; los noodles; el arroz kimchi con huevo, o el mochi casero de jengibre. “Todo hecho en casa”.

También conoció mejor a Julià Duque (el jefe de sala y sumiller ex Martínez o Marea Alta), a Jonathan Arias Rojas (el chef, ex Tomate o Fismuler) y a Anna Vitoshinskaya. La propietaria de Gutai Barcelona, y Gutai Moscú, es una treintañera con horas de vuelo y un castellano increíble. Conectaron. Juntas, en el recoveco que Claudia había hecho suyo, discutieron de países y costumbres, de moda y camisas (“me encantan las de tus camareros, todas de Ralph Lauren”), de lejanía y onomástica. “¿Sabes que también regentó en Moscú el bar Klava, al lado de Gutai? En ruso, Klava es el diminutivo de Klaudia, pero también el acrónimo de Klub Avanguardista, ya que el local que ocupa fue el punto de reunión en los años 70 de una comunidad de artistas vanguardistas”. «Y Gutai? ¿También tiene reminiscencias artísticas?» «Onomásticas también: Gutai fue un movimiento y asociación de artistas de la postguerra en Japón». Aprender disfrutando.

Gastronomía de Gutai Barcelona
Gastronomía de Gutai Barcelona

Aderezada así con detalles locales, Claudia acabó la carta a su amiga en ruso y con fotografía incluída, la del roll que le recomendó Anna: el único guiño “gastronómico” de Gutai con la madre Rusia, el roll “From Russia with Love”, un tamago con cangrejo ‘snow crab’, tobiko, aguacate y salmón. “El marisco más usual en Rusia es el cangrejo, y aquí se presenta como en una crepe, parecido al blini del que estamos enamorados todos los rusos”, le explicó la ideóloga.

La familia Gutai se iba haciendo grande, y Claudia volvía a arreglar el mundo con nuevos amigos del local, empresarios de la zona y divertidos de ultramar. Los había conocido en el afterwork gastronómico de media tarde o en el copeo de última hora, cuando Gutai baja luces y sube música. Lo había hecho porque estaba a gusto, «porque es verdad: Rosa Violán (quien ha decorado el local) tiene gusto”. Porque aprendía también de los destinos de sus amigas sin clichés ni encorsetamientos. “Porque en el carro de sushi del comedor central podría quedarme horas…”.

Lázaro Rosa Violán es el decorador de Gutai Barcelona
Lázaro Rosa Violán es el decorador de Gutai Barcelona

Les había hablado tanto del local, que casi ya no se sorprendió cuando las adivinó desde su barra adelantada franqueando la puerta. Anna había movido algunos hilos. Tres tes Lapsang souchong (el local dispone de una docena de variedades) y otros tantos sakes (también de diferentes bodegas y clasificaciones) firmaron el reencuentro y las risas.

Las piezas del puzzle encajaban. La base culinaria oriental y el servicio ruso habían cuajado y servido a Barcelona. Julià sonreía entre bastidores y vinos escogidos. Es la magia de un restaurante que atrapa por gastronomía, servicio y decoración. Si vas, picotea en la barra de la entrada. Pregunta antes, puede estar reservada; es el rincón de Klava.