En la Lomas de Vista Hermosa, una de las colonias de la Ciudad de México, se encuentra Luzine, Historias de Armenia, un proyecto impregnado de la esencia y el alma de una rica tradición familiar. Charles Hamparzumian (nacido como Charles Hamparzumian Hatzacorsian Donavedian Hovsepian) y su familiadecidieron compartir en él su legado. Más que un restaurante, Luzine es un homenaje a las raíces armenias de su madre, doña Hasmig Hatzacorsia, la fuente de inspiración de este viaje culinario.
La señora Hatzacorsia continúa siendo una pieza clave en la cocina de Luzine, asegurando que cada plato y aroma transmitan una historia de amor y resiliencia que ha perdurado durante generaciones hasta arraigar en México. Es el único restaurante de comida armenia en México.
Luzine celebra el matriarcado de la familia Hamparzumian. El destino ha convertido a Charles se en el guardián de las recetas familiares, adjudicándole un rol tradicionalmente reservado para las mujeres en la cocina armenia. «Al no tener hermanas, me tocó a mí continuar con esta tradición. La cocina armenia es predominantemente femenina, pero me siento honrado de haber heredado este valioso legado», explica, enfatizando la importancia de las mujeres en la conservación de la cultura armenia a través de su gastronomía.
El nombre del restaurante, Luzine, significa luz de luna en armenio, y refleja la esencia de este emprendimiento: un homenaje a las raíces y las tradiciones heredadas de las abuelas armenias de Charles. «El nombre rinde homenaje a mi abuela, Arshaluis Hovsepian, cuyo nombre se traduce como Aurora, simbolizando el alba y el ocaso de la cultura armenia que mis abuelos trajeron a México. Lo escogimos porque resume la esencia de mi abuela y su legado culinario«.
Una experiencia diferente
Luzine ha sido concebido como un espacio para vivir y compartir la gastronomía armenia, hábilmente fusionada con influencias mexicanas, y el vasto conocimiento de Charles en el ámbito de los pescados y mariscos, resultado de su amplia experiencia de más de tres décadas al mando del Grupo Fisher’s. La apertura de Luzine cerró más de 15 años de sueños y planificación, iniciados por el ya fallecido don Simón Hamparzumian, siempre amoroso fundador del Grupo Fisher’s, y su esposa Hasmig. Junto con sus hijos, han realizado un esfuerzo familiar para preservar y exaltar una cultura rica en sabores, aromas e historias interminables.
Desde la entrada, Luzine promete una experiencia diferente. Orgulloso, Charles destaca que, al igual que en Armenia donde el agua se ofrece gratuitamente en honor a los pulpulak, fuentes de agua potable pública ubicadas en cada rincón, Luzine perpetúa esta tradición brindando agua sin costo, resaltando la hospitalidad y generosidad como pilares de su filosofía.
La experiencia gira en torno al acto de compartir, una tradición armenia de reunión en torno a la mesa. Platos como el flor no me olvides, que combina garbanza -versión armenia del hummus- con queso armenio, matzún -jocoque con pepino y hierbabuena- y una innovadora versión de guacamole con tabule, son el principio de una aventura culinaria.
Siguen las emblemáticas hojas de parra rellenas y una selección de pastas tradicionales como el manti -ravioles abiertos rellenos de carne servidos en caldo de pollo con jocoque-, el souveragí -suflé de queso con multicapas de pasta- o el patliyán, una versión de lasaña de berenjena con papa, calabaza, carne molida y tomate. Cada plato abre una ventana a la resiliente historia de un pueblo que, huyendo de la adversidad, encontró un nuevo hogar en México.
El pan más antiguo del mundo
Las especialidades del restatante, como la pizza lehmeyún y el ancestral pan lavash son pilares de la milenaria cultura armenia. «El lavash, reconocido por la Unesco como el pan más antiguo, simboliza bienestar, suerte y prosperidad», aclara Charles.
En Luzine, compartir va más allá de una tradición; es un acto de generosidad espiritual armenia. «Aquí, servimos todo al centro para compartir, recreando la experiencia de comer como lo hacemos en casa», explica Charles. El pescado Yereván, preparado con aceite de oliva, alcaparras, aceitunas calamatas y mucha hierbabuena, ocupa un lugar destacado entre las especialidades de la casa.
Los shish kebabs, coronados como la estrella de Luzine, simbolizan lo mejor que el restaurante tiene para ofrecer. Cuidadosamente preparadas a la parrilla, estas brochetas celebran la tradición armenia con un toque innovador. Entre ellas, el kebab kofta, una exquisita mezcla de ribeye, filete y cordero, muestra la versatilidad de Luzine al ofrecer una amplia gama de carnes, desviándose de la tradición armenia que se centra exclusivamente en el cordero. Da un toque local a los shish kebabs, envolviendo la carne en una generosa capa de queso, una concesión a la fusión que distingue a Luzine de la cocina armenia tradicional.
El postre más antiguo del mundo, el Noé Shabur -cereales, frutas y frutos secos-, propociona un dulce final que conecta a los comensales con las raíces bíblicas de Armenia.
La decoración de Luzine, desde los tapetes y telares hasta el emblemático logo del nomeolvides, rinde homenaje a la memoria y cultura armenias, narrando historias de resiliencia, belleza y tradición. «Son las historias que queremos compartir en Luzine, concluye Charles. Cada plato, cada sabor, es un capítulo de una historia milenaria que nos define y que estamos emocionados por compartir«.