¿Y qué pasa con el vino?

Mónica Ramírez

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A raíz de la situación generada por el Covid-19, son muchas las iniciativas y acciones dirigidas a paliar sus efectos. Y si hasta entonces, habíamos puesto el foco en el sector de la restauración, damos una ojeada al mundo del vino. 

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Llevamos varios días hablando de acciones solidarias y de medidas legislativas y normativas que se aplican al sector de la restauración con el objetivo de sobrellevar las circunstancias extraordinarias que ha generado la pandemia. Sin embargo, esta vez ponemos el foco en el sector del vino y en las medidas que se han creado en algunas denominaciones de origen.  

 

¿Cómo está el sector? 

Según una encuesta realizada por la Federación Española del Vino (FEV), «solo el 4% de las bodegas españolas consideran que les afecta ‘poco’ la pandemia; mientras que el 96% consideran que les afecta ‘bastante’, ‘gravemente’ o ‘muy gravemente’. Por tamaño, las empresas grandes, que cuentan con canales de venta más diversificados, se ven algo menos afectadas, pero todas las empresas anticipan graves daños a sus negocios, esperando que su facturación caiga durante el primer cuatrimestre del año (de enero a abril) casi un 35%.”  

A pesar de que las cifras publicadas por el panel del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la consultora Nielsen hablan del incremento de la venta de vino en los canales de alimentación y online, “no es suficiente para compensar la pérdida del canal Horeca”, afirman desde la Federación.  Y añaden, “si nos referimos al mercado nacional, aunque por volumen el canal de alimentación y el de Horeca están casi igualados, este último representa casi dos tercios del valor del vino vendido en España, ya que habitualmente corresponde a referencias de mayor valor. Aunque el crecimiento de las ventas online es muy significativo, éstas tan sólo representan el 1% para las bodegas españolas”. Y un dato más, las respuestas a la encuesta realizada por la Federación Española del Vino muestran que el 85% de las bodegas continúan llevando a cabo su actividad productiva “para dar respuesta a los pedidos, aunque por debajo de su capacidad habitual”. 

La Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV) apoya esta afirmación “aunque el canal de alimentación y el online muestran dinamismo y aumento de ventas, en modo alguno compensan las pérdidas provocadas por el resto de canales, teniendo en cuenta, además, que la mayor parte de los ingresos de las bodegas de nuestro país proceden del canal Horeca”. 

El caso de la D.O. Alicante es un claro ejemplo de ellolas ventas online de nuestros vinos a través de las tiendas de las bodegas se han visto incrementadas durante las semanas que dura el confinamiento. Muchos de estos establecimientos han registrado incrementos de entre el 40 y el 900% dependiendo de la notoriedad de la bodega o del trabajo de promoción extra que se ha implementado”. Este trabajo de promoción que mencionan, alude a portes sin cargos, descuentos por volumen o incluso códigos de promoción especiales y regalo de visitas a bodegas.  No obstante, tal y como comentábamos anteriormente, “Estas nuevas formas de comercio nunca superan la gran desestabilización que vive el sector ante el cierre de la hostelería, parte del comercio y el frenazo a la exportación, especialmente para una denominación como ‘Alicante’ basada en las pequeñas bodegas, empresas familiares y artesanales y centrada en ser un producto de cercanía en la propia provincia” afirma el presidente del CRDOP Alicante, Antonio M. Navarro.  

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Como apunta Navarro, si en el mercado nacional, los números no son halagüeños, en el internacional la perspectiva no es mejor teniendo en cuenta que un gran porcentaje de las ventas de vino de las bodegas españolas van al mercado extranjero. De hecho, el 80% confiesa sufrir problemas con las exportaciones “por la paralización de pedidos, especialmente aquellos dedicados al canal Horeca, y también por el cierre temporal de este sector en diversos países”, especifica la FEV. “La situación es muy desigual en función del país y, aunque afortunadamente algunos parece que comienzan a superar esta situación -como es el caso de China o Japón- y están empezando a retomar en muchos casos sus importaciones de vinos españoles; las ventas a nuestros principales mercados están casi paralizadas y países como Alemania, Reino Unido o Estados Unidos únicamente continúan importando vino español para abastecer sus supermercados” detalla José Luis Benítez, director general de la FEV. 

No obstante, los efectos generados por el Covid-19 en la facturación de las bodegas, se añaden a los que ya sufría el sector antes de la pandemia como por ejemplo, el aumento de los aranceles extraordinarios establecidos desde 2019 por Estados Unidos. 

La Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas suma a las preocupaciones del sector el enoturismo. “Las consecuencias de su parálisis obligada supone un freno a lo que venía siendo un vector de desarrollo claro para el conjunto del sector, que recibía cada vez más inversión y recursos humanos y materiales por parte de las bodegas en numerosas denominaciones de origen”. La FEV, por su lado, apunta que, de cara al futuro, los bodegueros también muestran su inquietud por la vendimia, “Además de que por el momento se desconoce en qué condiciones se podrá realizar, el fuerte descenso de ventas va a afectar a la demanda de uva y vino”, explican. 

Para ganar la batalla en todos estos frentes, el sector insta al Ministerio de Agricultura a que ponga en marcha una serie de normativas como “flexibilizar las medidas de apoyo al sector del vino en el marco de la OCM, implementando algunas nuevas como la cosecha en verde, y de impulsar campañas de comunicación coordinadas que contribuyan a recuperar la confianza y la seguridad a la hora de regresar a los bares y restaurantes”.  

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¿Qué medidas están tomando las DD.OO? 

En general y entre otras medidas, la mayoría de denominaciones de origen están marcando nuevos plazos para el pago de facturas y están rediseñando sus campañas de comunicación/promoción para visibilizar el trabajo de sus bodegas y seguir estando presente en el imaginario popular. 

Sobre los consejos reguladores de cada denominación, la CECRV añade, “están realizando recortes en sus presupuestos, teniendo en cuenta la caída de ingresos de las bodegas y de los viticultores. Estos organismos, como están haciendo también sus viticultores y bodegas inscritas, aunque con mayores y lógicas dificultades, mantienen sus actividades y lo hacen en estricto cumplimiento de las medidas sanitarias, habiendo integrado protocolos de actuación para continuar garantizando que el vino con denominación de origen se sigue certificando y llega al consumidor con las debidas garantías de conformidad de origen y calidad”. 

 

Casos concretos 

La D.O Cava, una de las denominaciones que más exporta -un 60% de su producción se destina a mercados internacionales-, ha aprobado las moratorias del cobro de las contribuciones económicas obligatorias durante el primer semestre del año 2020 y la de 60 días para el cobro de los marchamos correspondientes al primer trimestre de 2020. También la reducción de un 15% de las contribuciones económicas obligatorias para todos los operadores de la denominación de origen Cava y el desarrollo de acciones formativas específicas online centradas en la gestión de los distintos canales de redes sociales. Por otro lado, se adjudicarán 600.000 € extraordinarios a comunicación y promoción.  Para la denominación, “este ámbito es prioritario y ya hemos impulsado diversas campañas específicas a través de la web y las redes sociales, entre las que destaca un concurso de recetas armonizadas con cava”. Las acciones digitales también se han visto reforzadas y la D.O. reclamará ayudas públicas “para la reducción de excedentes de vino base cava; para la promoción tanto en el mercado interior como el exterior; para la replantación y para la arrancada de viñedo”. 

Por su parte, la D.O Rioja, una de las más reconocidas en el mercado internacional, estudia sus estrategias de comunicación, al mismo tiempo que activa nuevas medidas. Hace unos días, aprobó la reducción de un 45% el presupuesto de Promoción 2020 y afirma que se aplicará a las bodegas “un retraso de 60 días en el cobro del recibo trimestral por comercialización, la anulación del pago previsto para abril del Presupuesto Extraordinario -el cual representa un tercio del mismo-, y se reducirá en un 25% el importe de los dos tercios restantes, cuyos pagos están previstos para julio y noviembre. Los viticultores verán también reducida su aportación a la financiación del Plan Extraordinario de Promoción en un 50%.”. 

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La D.O. Ribera del Duero, otra de las denominaciones de renombre en la península, aprobó hace unas semanas una moratoria de dos meses para los pagos. “Hemos dado 60 días adicionales para las facturas emitidas en el primer trimestre del año en un plan de financiación que aprobamos hace varias semanas”, señala Miguel Sanz Cabrajas, director general de la denominación. A esta medida, se le añade una campaña online para dar visibilidad a las bodegas inscritas para que hablen de sus vinos, de sus productos y de su filosofía de trabajo y actualmente, están trabajando en el rediseño de un plan de comunicación. 

Otras como Rueda, Málaga, Montsant o Catalunya han puesto en marcha visibles campañas de promoción como el concurso de cortos Cuarentena Film Festival o la del apoyo a los artistas de Castilla y León, en el caso de Rueda; “miVinoMalagaenCasa”, en el caso de Málaga, y una serie de audiovisuales que destacan el paisaje, el patrimonio del territorio u ofrecen contenidos relacionados con el vino, para Montsant o Catalunya. Todos buscan apoyar el consumo –responsable- de sus vinos, reivindicar su paisaje y promover lo local. 

Para la D.O Vinos de Gran Canaria, las medidas está enlazadas con las anunciadas por el Cabildo que tiene previsto ofrecer “ayudas a la contratación de personal, complementos a la cotización de trabajadores autónomos, creación de un fondo para la reactivación de la marca turística de Gran Canaria -donde el vino toma cada vez más importancia-, la financiación de pymes, medidas de apoyo para la venta de los productos del sector primario, adelanto de subvenciones, ayuda para el pago del agua de riego en caso de dificultad o un plan de inversiones para incentivar la economía local”. 

La D.O Rías Baixas afirma «hemos modificado algunos de nuestros procedimientos de control habituales, adaptándolos a esta nueva situación, dado que las actividades presenciales estaban imposibilitadas. Se han seguido expidiendo precintos de garantía -con el fin de que las bodegas puedan seguir teniendo actividad comercial-, se han pospuesto algunos controles y auditorías y en otros casos se están realizando en remoto. Se permiten realizar todo tipo de trámites vía telemática asesorando a viticultores y bodegas en los mismos». Con respecto a la promoción, se está trabajando en «campañas promocionales en televisión y en redes sociales y continuan las acciones promocionales en terceros países donde nuestras agencias siguen trabajando diariamente».

En cuanto a la D.O Somontano, su presidenta, Raquel Latre señala «nos hemos adaptado a las necesidades, siendo sostenibles y responsables con la situación actual. Trabajamos redefiniendo nuevas líneas de actuación para la comunicación interna y externa, de manera que nos permita seguir con los objetivos estratégicos que habíamos marcado y que siguen alineados a las nuevas situaciones que vamos a encontrarnos en el corto y medio plazo».

Otras denominaciones, como Binissalem o La Mancha trabajan en campañas digitales o de promoción, pero no han incorporado ninguna modificación a su normativa. 

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Más medidas y ayudas 

Para la Conferencia Española las medidas adoptadas por el Gobierno son insuficientes, así que afirman “hemos demandado a la Administración General del Estado y a las instituciones de la UE para que el sector pueda seguir contando con los fondos europeos destinados a las medidas de apoyo específicas al vino que a nivel nacional no se hayan podido emplear por motivos de fuerza mayor derivadas del COVID-19 y que, por tanto, no hayan de ser devueltos a la UE, dado que son más necesarios que nunca para la reactivación del sector”. 

En su petición han sumado “la flexibilización de la ejecución y marco temporal de esas medidas” y han solicitado “medidas destinadas a facilitar la reducción de stocks, con el fin de evitar que en una situación como la actual pueda derivar en un aumento de la producción, ante un escenario de muy débil demanda”.  

Junto a ello, se reclama más iniciativas focalizadas en la promoción para fomentar el consumo y “campañas destinadas a generar confianza en el consumidor sobre el canal Horeca”. El objetivo es común a todos los sectores “que los consumidores tengan la tranquilidad de acudir a hoteles, bares, restaurantes o establecimientos enoturísticos con total seguridad cuando se reabran”. Por último, no han querido olvidarse del enoturismo “hemos requerido que la Administración General del Estado lo tenga en cuenta con líneas específicas de ayuda dentro de las que se establezcan para el conjunto del sector turístico a nivel nacional.”