Durante dos días, el Paseo de la Marineta Cassiana se transformó en una galería al aire libre donde la tradición y la innovación se dieron la mano. Una mesa colectiva de más de 700 metros frente al mar simbolizó el espíritu participativo de un encuentro que ha reunido a grandes chefs nacionales e internacionales, productores, artesanos y restauradores de la Marina Alta. Todo ello, coincidiendo con el décimo aniversario del reconocimiento de Dénia como Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO.
El público abarrotó el Escenario del Mar para disfrutar de showcookings y demostraciones en directo. Alberto Chicote sorprendió con su defensa del producto esencial frente al exceso de tecnología, cocinando sobre planchas de hierro a 300 grados carabineros, canelones de presa ibérica y una tarta de queso memorable. El francés Amaury Bouhours (Le Meurice Alain Ducasse, París) derrochó elegancia, mientras que Jordi Roca, con su habitual carisma, regaló a los asistentes una clase magistral de repostería artística que arrancó ovaciones y emociones.
La cita también sirvió para reivindicar el producto local y las raíces culinarias de la Comunitat Valenciana. Chefs como Pablo Montoro, Borja Susilla, Alejandra Herrador o Luis Valls brillaron junto a figuras de la cocina nacional como Marcos Morán, que demostró cómo transformar verduras poco populares en platos de alta cocina. En paralelo, talleres y actividades permitieron a los asistentes elaborar cocas, salmueras, arroces o encurtidos, y descubrir vinos, aceites o coctelería de autor. El Escenario Ciudades Creativas amplió la mirada con propuestas llegadas de Italia, México, Japón, Líbano o Ibiza como invitada especial.
El gran colofón llegó de la mano de Quique Dacosta y Carolina Álvarez, quienes ofrecieron un espectáculo que unió paisaje, técnica y emoción en un homenaje a la gastronomía entendida como lenguaje artístico. Para Dacosta, impulsor del festival, el mensaje de esta edición es claro: “La gastronomía es un arte vivo que se construye, se comparte y nos conecta con nuestra historia y nuestro entorno. Ese es el espíritu de Dna”*.
Con un aforo completo, récord de asistencia y una atmósfera festiva que convirtió a la ciudad en capital mediterránea del sabor, el D*na Festival 2025 reafirma su condición de gran escaparate gastronómico y cultural de la Comunitat Valenciana. Dénia no solo mostró su despensa y creatividad, sino que se consolidó como referente internacional de una cocina que celebra el territorio, la memoria y la innovación.