Por tercer año consecutivo, Aranda de Duero se prepara para una de sus citas gastronómicas más esperadas: la Ruta de la IGP Morcilla de Burgos, un homenaje al producto más emblemático de la provincia que reúne a 11 establecimientos de la ciudad. Organizada por la Asociación de Hosteleros de Aranda y la Ribera (ASOHAR), esta tercera edición vuelve a poner sobre la mesa la esencia de la cocina de proximidad y el valor de los productos con identidad.
Del 7 al 16 de noviembre, los bares, asadores y restaurantes participantes desplegarán su creatividad en forma de pintxos, tapas y platos con la IGP Morcilla de Burgos como protagonista indiscutible. Propuestas tan sugerentes como el negritón de morcilla, el canelón arandino, la morciburguer o las texturas de morcilla y manzana prometen conquistar a los paladares más curiosos.
Cada creación estará maridada con vinos de la D.O. Ribera del Duero, reforzando ese vínculo inseparable entre territorio y gastronomía que define a la comarca. El precio de cada tapa o pintxo será decisión de cada establecimiento.

Un arranque con sabor popular
El 8 de noviembre, la Plaza de la Sal acogerá el acto de presentación oficial (de 12:00 a 16:00 h), donde se ofrecerá una degustación popular para celebrar el inicio de la ruta. Una jornada pensada para disfrutar y compartir, donde la morcilla será la gran protagonista.
Premios para saborear la experiencia
Durante los días de la ruta, los visitantes podrán participar en diferentes sorteos y premios, incluyendo 2 bonos Sonorama Ribera 2026, un jamón, una experiencia enoturística, 5 lotes de productos “Burgos Alimenta” y 3 lotes de Morcilla IGP de Burgos a través de redes sociales.
Para entrar en el sorteo, bastará con sellar al menos tres tapas o platos en los establecimientos adheridos y depositar la papeleta en las urnas habilitadas.
Km 0 y autenticidad
La ruta vuelve a reafirmar el compromiso de la hostelería arandina con el producto local y la sostenibilidad. Gracias a la colaboración con productores de la zona, cada plato refleja los sabores más genuinos de la Ribera, apoyando tanto al medio ambiente como al desarrollo comunitario.
Un producto con alma
La Morcilla de Burgos con IGP es mucho más que un ingrediente: es historia, territorio y cultura. Su reconocimiento europeo avala una tradición que se mantiene intacta, elaborada con cebolla horcal, manteca, arroz y especias, en un equilibrio que ha conquistado generaciones.
