Carles Gaig vuela alto en el aeropuerto de Barcelona – Redacción

Redacción

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Ya es una realidad. Hoy ha abierto sus puertas el nuevo restaurante de Carles Gaig en la recién estrenada T1 del aeropuerto de Barcelona – El Prat. Después de años de obras, de litigios entre AENA y la Generalitat, la asombrosa terminal ya funciona a total rendimiento y está preparada para albergar proyectos tan interesantes como la apertura de un restaurante de categoría entre su oferta de servicios.

Como apuntaba hoy Cristina Jolonch en La Vanguardia, la apertura llega justo 140 años después que Antònia Borràs, la bisabuela, diera el pistoletazo de salida -en el barrio barcelonés de Horta- de una de las sagas más emblemáticas de la gastronomía catalana. Hoy es el turno de Carles Gaig, una persona entrañable además de gran cocinero, alguien que ha conseguido poner en lo más alto el recetario tradicional de su tierra y, que ahora, lo sube a las nubes de la ciudad condal.

Carles Gaig
Carles Gaig

Con un espacio de 600 m² y con unos fogones de primer nivel, los encargados de llevar Porta Gaig, así se llamará el restaurante (así lo anunciaba El Periódico), serán Marc Melet, a la sala y sobrino de Carles, y Nacho Colomer, cocinero e impregnado del buen hacer de la casa. El estilo del que beberá el Gaig del aeropuerto será parecido al de la Fonda Gaig, restaurante de cocina tradicional catalana que está rompiendo moldes en Barcelona.

En la carta encontraremos desde habas y alcachofas hasta el pollo de pota blava de El Prat, producto muy apreciado y con denominación de origen del pueblo del Baix Llobregat. También se incluyen algunos platos de abasto internacional, como la pasta, para adaptarse a la multicultural clientela que visita el aeropuerto.   

El restaurante, diseñado por Ricardo Bofill, tiene tres zonas diferentes con una capacidad para 125 personas: la sala, una barra ideada para aquellos que vengan con prisas pero con ganas de comer bien, y tres salones privados para reuniones de altos vuelos. Tanto nómadas y sedentarios podrán visitar el restaurante, ya que se puede acceder desde fuera de la zona de embarque y del control de seguridad de la Terminal 1. De esta forma, la idea es que el restaurante sirva tanto para viajeros como para aquellos comensales a los que les gustan los espacios diferentes: el comedor tiene un fastuoso ventanal donde se aprecia al momento como despegan los aviones. Eso sí, bien preparado para que no tiemble la cuchara de la escudella i carn d’olla.  

AENA ha sido la encargada de distribuir los espacios comerciales de la nueva Terminal, que cuenta con 83 locales de restauración y comercios, y donde el nivel gastronómico estará a la altura de la nueva y gigantesca remodelación. Los viajeros podrán encontrar y escoger de entre sus instalaciones la oferta y calidad que sus gustos y bolsillos permitan, pero en lo más alto estará, a partir de hoy, Carles Gaig.  

El restaurante lo gestionará junto a la filial del grupo Agrolimen, The Eat Group, con la familia Carulla al mando, que alcanzó en el proceso de adjudicación por ocho años un total de 31 de los 43 locales de comida y bebida que se han abierto en la T1.