Alain Ducasse se convierte en heladero

Redacción

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Chef emprendedor como ninguno, el francés Alain Ducasse añade a sus múltiples y estrellados restaurantes un nuevo interés: los helados. Helados y otros nuevos proyectos que verán en breve la luz en París.

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Alain Ducasse ya exploró nuevas vías de negocio con su incursión en el mundo del chocolate con la Manufacture de Chocolat y las tiendas que la siguieron, así como su interés por el café, pero ahora expande su visión empresarial hacia los helados. De hecho, en unas semanas está previsto que el chef presente un nuevo proyecto que contempla la apertura de una heladería en el centro de París. El local, según explicó Ducasse en declaraciones a la televisión francesa Europe 1, “estará al lado de mi fábrica de chocolate, en la calle de la Roquette, en el distrito 11 de París. Y ahí es también donde haremos el helado”.

Alain Ducasse afirma que con este nuevo negocio realiza uno de sus sueños, el de convertirse en heladero, una profesión que respeta y a la que se acerca para recuperar los helados tradicionales que degustaba cuando era pequeño. Y para iniciar esta nueva aventura, el chef y empresario lo hará acompañado de un joven heladero italiano, de nombre Matteo, que conoció en Bolonia (Italia) y que consiguió sorprenderle con un sorbete de pomelo rosa con vermut piamontés.

Café de autor para el Louvre con firma Ducasse

El museo del Louvre de París tendrá a partir de finales de este mes su propio café. Un café de autor ideado por Alain Ducasse y su equipo después de una exhaustiva investigación. Según cuenta el chef, el descubrimiento del molinillo de café de oro de Madame Pompadour mientras visitaba la orfebrería del museo del Louvre fue la inspiración para crear un nuevo café lleno de matices.

Este café, según cuenta Ducasse, “busca la diferencia, presentarse como un café genuino. Por eso, tostamos el café ligeramente, para conservar al máximo el sabor del café original”. Para su creación Ducasse y su equipo realizaron una investigación para presentar un producto que tuviera una historia particular. Visitaron a los productores de Laos, a orillas del Mekong, en la meseta de Bolovens, también fueron a Panamá para ver los cafés geisha -unos singulares cafés que crecen en un volcán-, y con ellos y un café etíope fermentado crearon este nuevo café para el Louvre.

Y más allá de esta iniciativa cafetera o la incursión al mundo de los helados, este gran cocinero también ha desvelado que en unas semanas comenzará un nuevo proyecto sobre el que no ha querido avanzar demasiado. Pero sí sabemos que se trata de un nuevo restaurante en París “con unos precios muy interesantes”.

Seguiremos de cerca la evolución de este nuevo restaurante.