En busca del sabor del tomate madrileño de antaño para su uso en la alta cocina – Redacción

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La Comunidad de Madrid ha iniciado la recuperación del sabor tradicional del tomate madrileño mediante un estudio que tiene como objetivo rescatar las cualidades de la hortaliza de antaño e impulsar su uso en la alta cocina.

El Instituto Madrileño para la Investigación y el Desarrollo Rural y Alimentario (IMIDRA) ha informado hoy sobre las primeras conclusiones del proyecto de investigación acerca del tomate autóctono de la región, que comenzó a principios de año y se ha basado en la evaluación de 33 variedades de tomates procedentes de once municipios de la Comunidad. Este proyecto tiene como objetivo «recuperar el sabor tradicional del tomate de Madrid», un alimento muy común en la cocina española y que reúne muchas características beneficiosas para la salud.

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¿El tomate madrileño verdadero?

«Ese que siempre recordamos» y «que hemos perdido», según ha señalado la directora gerente del IMIDRA, María Jesús Villamediana, que ha explicado que «queremos encontrar los mejores tomates», no sólo por su sabor, olor y textura, sino por su precio en el mercado. Con este proyecto también se pretende impulsar el uso del tomate madrileño en el sector de la restauración y lograr acuerdos entre chefs de alta cocina y los pequeños agricultores.

Para facilitar esta iniciativa la Comunidad está elaborando un banco de semillas de cada variedad de tomate que, con la colaboración de la Asociación de Desarrollo Rural Aranjuez-Comarca Vegas (ARACOVE), se conservarán y pondrán a disposición del agricultor madrileño para garantizar la permanencia del tomate autóctono de Madrid en generaciones futuras.

Las primeras conclusiones a las que ha llevado este estudio, desde que se inició el cultivo de las hortalizas en el mes de mayo, apuntan a que el tomate madrileño es mayoritariamente rojo, redondeado en un 40 por ciento de sus variedades, achatado en un 55 por ciento y con forma de pera en un cinco por ciento. La iniciativa, que se puso en marcha el pasado enero, tendrá una duración de tres años y una inversión de 40.000 €.