Como comentaba ayer Óscar Caballero en un articulo de La Vanguardia, Ferran Adrià se ha sumado a las críticas hacia la edición española de la guía Michelin. Y el chef de El Bulli lo hizo fuera de casa, en París, en el terreno de la guía roja. «Desde Australia hasta París, los periodistas elogian la potencia de la cocina española, que los inspectores de la guía Michelin en España parecen ignorar», estas fueron las palabras de Adrià en la fiesta de conmemoración del 25 aniversario de la Academia Internacional de Gastronomía (AIG). El Bulli (España), hotel Beau Rivage (Suiza), Capital Hotel ( Reino Unido), hotel Bristol (Francia) y Nadia Santini (Italia), fueron los elegidos para representar a los cinco países fundadores de la AIG. El desliz fue a cargo del presidente de la Academia Francesa de Gastronomía, que al presentar a Nadia Santini como la «única cocinera tres estrellas Michelin» se olvidaba de Carme Ruscalleda, de Elena Arzak (las comparte con su padre) y de su compatriota Anne-Sophie Pic. El revuelo que se debe haber montado en Francia no tiene desperdicio.
Rafael Ansón, presidente honorario de la AIG y presidente de la Academia Española de Gastronomía (AEG), quiso remarcar que entre los países que forman parte de la AIG «hay sólo una real academia, la española, por decisión del rey Juan Carlos I». De esta manera, anunciaba la noticia publicada ayer por los periódicos que confirmaba que la AEG, fundada en 1980, acaba de conseguir el calificativo de real. Se suma así a las otras ocho reales academias de ámbito nacional: la Real Academia Española, la de Historia; Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; Ciencias Morales y Políticas; Bellas Artes; Medicina; Jurisprudencia y Legislación, y Farmacia.