Protesta de la hostelería en toda España; el jueves se presentará una demanda por daños y perjuicios

Mónica Ramírez

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Hostelería de España, Hostelería de Madrid y la Asociación Madrileña de empresas de restauración (AMER) convocaron esta mañana a las 10:30 un acto simbólico de protesta delante del Ministerio de Hacienda, en Madrid. El acto se celebró simultáneamente en varias provincias de España. El jueves se presentará la demanda ante el Tribunal Supremo por los daños y perjuicios. Hablamos de sus reivindicaciones.

Foto: Hostelería de España
Foto: Hostelería de España

El sector de la hostelería lleva meses denunciando la falta de ayudas directas, la criminalización del sector y el sometimiento a «restricciones muchas veces injustificadas y desproporcionadas que siguen ahogando día a día afectando al empleo y al tejido empresarial», afirman desde las asociaciones.

La convocatoria, organizada por Hostelería de España, Hostelería de Madrid y la Asociación Madrileña de empresas de restauración (AMER) esta mañana a las 10:30 delante del Ministerio de Hacienda, en Madrid, anunciaba ayer que la protesta se celebraría «simultáneamente en las principales provincias del territorio nacional» y que el acto buscaba simbolizar como la hostelería «casi un año después del inicio de la pandemia, sigue pagando ‘los platos rotos». Para ello, a la hora convenida los asistentes a la protesta han lanzado platos ante ministerios, delegaciones de Gobierno o  organismos oficiales pactados en la convocatoria de cada ciudad. La protestas se han llevado a cabo en Madrid, Murcia, Logroño, Pamplona, Granada, León, Toledo o Vizcaya, entre otras.

La hostelería es uno de los sectores que más reivindicativo se ha mostrado en los últimos meses visto el número de  movilizaciones en toda España pero también es uno de los más afectados por los ERTE ya que el 70% de las cifras del paro se enmarcan en este ámbito. Hasta el momento se contabilizan unos 85.000 establecimientos cerrados definitivamente.

Desde el inicio de la pandemia, es de Perogrullo afirmar que las restricciones han afectado a muy diversos sectores del país -junto a hostelería, véase turismo, construcción o automoción, entre los más perjudicados- pero el problema no son tanto las medidas adoptadas sino las ayudas para compensar las pérdidas generadas por la pandemia. Recordemos que en Europa de 30 países, 22 han cerrado hostelería (solo abierta en ocho: Rumania, Malta, Italia, Suecia, Noruega, Finlandia, Estonia y Islandia) pero los respectivos gobiernos han establecido una serie de ayudas directas que los hosteleros echan de menos en su país. Según sus reivindicaciones, los ingresos han descendido dramáticamente mientras que costes como impuestos, alquileres, luz, calefacción… se mantienen.

Actualmente en España bares y restaurantes permanecen cerrados en Galicia, Valencia, Castilla La Mancha y La Rioja. Con limitaciones de horarios o muy restringida según tasas de contagio se encuentra Andalucía, Extremadura, Catalunya, Cantabria, Asturias, País Vasco, Islas Baleares, Castilla León, Islas Baleares o Navarra. Las que gozan de mayor flexibilidad son Aragón (cierre a las 20:00) y Madrid (cierre a las 21:00).

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A pesar de que ciertas comunidades gozan de mayor permisividad a la hora de mantener sus negocios abiertos, esto no significa que los números salgan. De hecho, el chef Alberto Chicote apuntaba hace unos días en una entrevista televisiva que solo el 8-12% de la facturación es beneficio en restauración, un margen que desaparece o colorea en rojo los libros de contabilidad cuando los ingresos se ven restringidos por aforos o limitaciones horarias. Ya lo apuntaba Ferran Adrià en su día o Carme Ruscalleda un restaurante para sobrevivir necesita llenar un mínimo del 70% de su capacidad. Razón por la cual, a pesar de la flexibilidad de algunas comunidades, a algunos locales les sale más rentable cerrar que abrir. «Solo quien tiene un buen colchón económico puede aguantar esta situación, pero éste también se acaba», afirmaban desde el sector.

Otro aspecto que lamentan es la criminalización del sector ya que según señalan, la tasa de contagios es parecida en  comunidades cuyas medidas son más laxas, hecho que demuestra que la restauración no es un foco de contagio, por lo que no se acaba de entender las contínuas subidas y bajadas de persiana. Para los hosteleros que aplican escrupulosamente todas las medidas de seguridad anti-covid las restricciones son desmesuradas. Así lo apuntaba Joan Roca en una reciente entrevista a este medio «Estoy de acuerdo en que se han de tomar medidas y que la situación es grave pero también creo que es un sector que no merece este trato. Es un sector que ha hecho bien las cosas y que ha sido muy escrupuloso y riguroso en mantener distancias y normas. Seguramente, no todos. Así que vería más justo que, o bien, restringieran horarios, o bien, si se tienen que cerrar locales, que se cierren los que no cumplen -o han cumplido- las normas.» Un argumento que hemos escuchado también en otros cocineros, el más reciente Andoni Luis Aduriz en un debate en televisión.

 

Otras reivindicaciones

En el manifiesto de hoy, además de un plan de apoyo con «medidas reales que permitan la supervivencia de los empleos y las empresas de hostelería», se han presentado otras reivindicaciones como la aceleración del plan de vacunación para alcanzar el 70% de la población de aquí al verano; el relanzamiento de la Marca España como destino turístico seguro y sostenible; la inclusión a todo el sector turístico en el Plan de Recuperación y Resiliencia Español para que pueda ser beneficiario de los fondos europeos; la reducción del IVA a un 5% para todos los sectores hasta finales de 2022; ampliación del ERTE durante todo 2021 -y eliminación de la cláusula de compromiso de mantenimiento de empleo, así como la conservación de las correspondientes ayudas a los autónomos; ayudas directas y reducción del alquiler en un 50% durante 12 meses; ayudas de financiación al sector y financiación suficiente a los municipios vía bonificaciones, para que los ayuntamientos, sobre todo los de mayor volumen turístico, puedan condonar o bonificar impuestos locales a los distintos actores turísticos, especialmente, hoteles y restaurantes. También exigen conocer la cantidad que tiene prevista cada autonomía para destinar a hostelería.

Junto a la convocatoria de manifestación de hoy, esta semana la hostelería anota otra acción en su agenda: la presentación, este jueves día 11 de febrero, de una demanda a la Administración General del Estado y a las Comunidades Autonómas ante el Tribunal Supremo por los daños y perjuicios que ha sufrido el sector durante el año pasado. El objetivo de esta acción es poder conseguir una indemnización para cada uno de los restauradores que se sume a la iniciativa en la línea de las ayudas que el Gobierno alemán ha destinado al sector cubriendo el 75% de los ingresos del año anterior. El número de parados relacionados con este sector se acerca al millón de personas.