El éxito de la convocatoria ha llevado al Ayuntamiento de Tarragona a anunciar que el congreso volverá a celebrarse el próximo año.
Durante dos jornadas, la ciudad se convirtió en capital mundial del romesco con un programa que combinó mesas redondas, ponencias académicas, sesiones de cocina y degustaciones. El encuentro puso en diálogo la tradición popular de la salsa más icónica del recetario tarraconense con las miradas de la innovación culinaria y la investigación científica.
Entre los protagonistas de la primera edición destacaron nombres de la alta cocina española como Eduard Xatruch (Disfrutar***), Jordi Vilà (Alkimia*), Arnau Bosch (Can Bosch*), Rafel Muria (Quatre Molins*), Jeroni Castell (Les Moles*), Vicent Guimerà (L’Antic Molí*) o Josep Moreno (Deliranto*), que compartieron escenario con referentes del ámbito académico como Xavier Medina (Cátedra UNESCO de Alimentación, Cultura y Desarrollo) o Toni Massanés (Fundació Alícia).
La dimensión internacional llegó de la mano de Roberto Panizza, embajador mundial del pesto genovés, que presentó estrategias para internacionalizar salsas tradicionales y posicionarlas como patrimonio cultural y gastronómico.
Tenemos un tesoro que es el romesco
En la clausura, el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, celebró el éxito del congreso afirmando: “Algunos nos decían que estábamos locos por hacerlo, y locos estaríamos si no lo hubiéramos hecho. No queremos que sea flor de un día: queremos que haya un jardín de romesco”.
La concejala de Turismo, Montse Adan, destacó que el congreso “ha servido para asentar las bases de un camino que continuará con acciones concretas” y aseguró: “Tenemos un tesoro que es el romesco, somos un referente gastronómico y tenemos que creérnoslo”.
Por su parte, el presidente del comité científico, Txaber Allué, insistió en que “el resultado ha sido mejor de lo imaginado” y que, pese al éxito, “queda mucho trabajo por hacer para situar al romesco en el centro del relato gastronómico y cultural de Tarragona”.
El evento, organizado por el Ayuntamiento de Tarragona con el apoyo de fondos europeos Next Generation y la colaboración de la Generalitat de Catalunya, ha sentado las bases para que el romesco trascienda su tradición popular y se proyecte como motor cultural, turístico y gastronómico con vocación internacional.