El Dry Martini, de Javier de las Muelas, abrió sus puertas hace 40 años. El espacio, pionero en el concepto de coctelería actual, fue inaugurado en 1978 por Pedro Carbonell con la idea de ser Martinería y en él sólo se servían dry martinis.
En esos primeros años, era un bar de caballeros, con una clientela fija y un saber hacer tradicional. Unas gruesas cortinas impedían ver qué sucedía en su interior y, tras cruzar el umbral, el cliente se adentraba en un local de estilo clásico inglés, sus materiales eran cuero, madera y latón y una gran barra con una impresionante mise en place de 3 metros dedicada solo a oficiar martinis y con un espejo detrás donde estaba grabado en letras escarchadas la emblemática receta: de ginebra y vermut.
En 1996, Javier de las Muelas –barman y persona apasionada por el arte y el diseño- se convierte en el propietario de la icónica coctelería. De las Muelas, creador en 1979 y 1982 de los dos míticos Gimlets, así como de otros establecimientos referentes como Nick Havanna y Casa Fernández todos ellos en Barcelona cumple su sueño y lleva todo su universo personal al Dry Martini Bar desde el respeto máximo a su esencia. Mantiene el estilo de Cocktail Bar; los barmen siguen vistiendo las clásicas chaquetillas blancas y dando aún más si cabe valor a la cultura de servicio que es referencia para Javier y su equipo, y siempre continuando con la tradición de registrar los martinis servidos.
En sus inicios, Pedro Carbonell anotaba religiosamente cada uno de los cócteles servidos en una libreta azul y, más tarde utilizando la caja registradora. Cuando Javier de las Muelas tomó el legado del Dry Martini, diseñó un marcador luminoso con números rojos: el Dry Martini Counter. Un sistema que permitía contabilizar cada uno de los martinis servidos hasta llegar a la cifra de un millón de dry martinis que se sirvieron hasta el año 2010.
Así, el 30 de junio del 2010, una clienta, abogada de profesión se acercó hasta la barra y pidió la emblemática bebida. Los números rojos del contador avanzaron. Se registraba el número un millón de Dry Martinis. “Nos hizo especial ilusión. Además, el hecho de que fuese una mujer suponía la confirmación de que los cambios a abrirnos hacia un nuevo público era lo correcto”, cuenta.
Durante todos estos años, la esencia del Dry Martini y las bases se han mantenido casi intactas pero Javier de las Muelas acometió algunos cambios que permiten al local evolucionar y llegar a nuevos públicos. Así, entre sus primeras mujeres y a los más jóvenes. Dejó de ser un bar de caballeros y levantó su cortina, al mismo tiempo que conservaba su aire inglés original. “Tenía muy claro que para poder ir más allá, para que el Dry Martini ocupase el lugar que merecía, teníamos que abrirlo a mujeres y a gente joven”, explica el coctelero.
Este deseo de evolución y exigencia por el producto ha llevado a Javier de las Muelas a incorporar diversas colecciones y creaciones de cócteles como los Spoon Martinis o los Excentrics. Para él, es importante crear y aportar experiencias a sus clientes. De las Muelas cree que sus espacios son iglesias y sus clientes, feligreses. Servir el cóctel en la mise en place de la barra es todo un acto pleno de liturgia.
Además, apasionado por lo que representaban aquellos años 20/30 del siglo pasado y de su estética y de los bares clandestinos que surgieron durante la Ley Seca en Estados Unidos, el almacén del Dry Martini le inspiró a Javier de las Muelas para rendir tributo a esa época, creando el primer Speakeasy. Un espacio que ya había sido desde el año 1996 punto de encuentro de la sociedad catalana –artistas, periodistas, empresarios– que accedían dejando atrás su apellido y celebraban tertulias culturales. En 2002, ese concepto desarrollado en la trastienda, evoluciona para acoger el Speakeasy Restaurant con entrada independiente del local y acceso con contraseña que homenajea a esos bares clandestinos.
40º Aniversario
Javier de las Muelas es un creador a quien no le gusta encorsetarse en un solo ámbito. Considera que su trabajo es más enriquecedor, al incorporar aspectos de diferentes disciplinas, marcándose la exigencia de evolucionar constantemente, y busca inspiración en la música, arte y movimientos sociales. Por ello celebra las cuatro décadas del Dry Martini embarcándose en nuevos proyectos y colaboraciones en el ámbito de la mixología, gastronomía, arte y moda.
Javier de las Muelas publica ‘The Bar. Homenaje al Dry Martini’, el libro que recopila los mejores momentos del Dry Martinidesde que abrió sus puertas y rinde tributo al icónico cóctel. En sus páginas, recoge imágenes históricas del bar; la evolución de la carta de cócteles y las anécdotas vividas tras la barra como la primera boda que ofició en el local.