A mayor altitud, más acidez - Redacción

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El cambio climático está limitando las zonas de producción de viñedo, pero en la Ribeira Sacra no será un problema debido a que cuenta con zonas altas, algunas todavía sin cultivar, que proporcionarán un gran potencial para el cultivo de la vid, dice Iria Rodríguez Vega, que acaba de presentar su tesis de licenciatura en la Facultad de Ciencias de Ourense bajo el título: Influencia de la topografía sobre la fenología, maduración y composición de la uva mencía en la zona de Amandi , trabajo dirigido por los profesores Mar Vilanova de la Torre y José Manuel García Queijeiro.

La denominación de Origen Ribeira Sacra tiene unas características climáticas muy adecuadas para producir vinos de calidad. Así lo demuestran los resultados que la joven bióloga obtuvo en el cálculo de los índices climáticos Winkler, del Frío Nocturno y de Huglin. La subzona de Amandi resultó tener un potencial de producción de vinos de elevada calidad. A ello contribuye la altitud ya que las zonas medias y altas de la ladera obtuvieron los mejores resultados en lo que a composición química del mosto se refiere.

En esta subzona los registradores de temperatura mostraron, dice la autora, durante el año 2009, una diferencia térmica media de dos grados entre la zona más baja y la más elevada de la ladera. Ello influye en el comienzo de las fases fenológicas siendo las zonas más bajas las que tienen más calor y también las más precoces.

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Vendimia en una ladera típica con bancales en el corazón de la Ribeira Sacra

La Ribeira Sacra está especializada en la producción de vinos tintos. Consta de cinco subzonas: Amandi, Chantada, Ribeiras do Miño, Ribeiras do Sil-Ourense, Quiroga-Bibei. Entre todas suman alrededor de 1.255 hectáreas de viñedo cuando en el año 1992 eran tan solo 300. Esta investigación de Iria Rodríguez muestra que la topografía influye en la fenología de la uva y en sus niveles químicos en el proceso de maduración. El nivel de acidez se relaciona de manera directa con la altitud. Las zonas de más acidez son las que se hallan mas elevadas. El color tiene más intensidad en la zona orientada al SSE y la concentración de antocianos, en la zona que está orientada al SO y con una mayor altitud. En cuanto a los compuestos volátiles, hay mayor concentración a más altura y orientadas al SSE.

Es típico de esta denominación el paisaje de socalcos que forman un patrimonio agrícola singular. Suelen estar protegidos por un muro de de un grosor de 30 centímetros y su anchura no suele pasar del metro por lo que solo se puede plantar una hilera de cepas. Hay incluso terrenos a los que solo se puede acceder por el río.

Al hablar de cómo influye la exposición de la cepa al sol, Iria Rodríguez dice que para la provincia de Ourense las pendientes más convenientes para garantizar la máxima radiación son las que se hallan entre el 22 y el 25%. De ahí los socalcos con muros de unos 70 centímetros de altura que contienen un pequeño terreno con un declive de entre el 10 y el 20%, combinación óptima para que no haya zonas de sombra.

Fuente: La Voz de Galicia, Jesús Manuel García