La producción mundial de vinos debería mantenerse estable a finales de año pese a que la disminución de la superficie total de viñedos podría alcanzar los 60 millones de hectáreas, informó la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
El organismo presentó su coyuntura de los diez primeros meses e indicó que la producción global de vinos, exceptuando zumos y mostos, se situaría en el conjunto del año entre los 264,3 y 275,2 millones de hectolitros, con los descensos más importantes en Grecia, Italia y Portugal.
De acuerdo con las cifras adelantadas, Francia se mantendrá como el primer país productor del mundo, con unos 49,6 millones de hectolitros, seguida de Italia (42,2) y de España, que alcanzaría los 35,3 millones.
De mantenerse la tendencia observada, Europa registraría no obstante su quinta cosecha «floja» consecutiva, con una cuantía total de 158,2 millones de hectolitros, que debe relativizarse al considerar que en las tres últimas campañas su superficie de viñedos se ha reducido en 165 millones de hectáreas.
Pese a que a escala mundial se esperan niveles de producción estables, las evoluciones por países presentan diferencias considerables: en EEUU una caída del 10,3 % respecto a 2010, frente al aumento del 23,2 % en Nueva Zelanda, o al del 15,5 % de Chile.
En el consumo de vinos, los datos obtenidos hasta la fecha permiten aventurar dos escenarios distintos, en uno de los cuales la evolución a la baja estaría marcada por el recrudecimiento de la crisis económica.
Así, la media de consumo mundial debería alcanzar los 243,6 millones de hectolitros, que de confirmarse las peores hipótesis solo podría llegar a los 235,7 millones, y de tender al alza lograría subir hasta los 251,5 millones.
La OIV recordó que la influencia sobre el sector de la crisis económica mundial «expone a este ejercicio a incertidumbres», e hizo hincapié en que la coyuntura a partir de la mitad de 2011 «plantea algunas dudas sobre la solidez» de la recuperación observada en 2010.
En lo que respecta a la superficie vitivinícola, los descensos más marcados se ubicarían en la Unión Europea, con una reducción que podría llegar a entre los 50 y 55 millones de hectáreas, lo que supondría un descenso del 1,4 % respecto a 2010 y dejaría su superficie total en 3.570 millones.
El comunicado añade que en España podría esperarse una reducción de la superficie de 28 millones de hectáreas, frente a los nueve millones de Italia, los seis millones de Francia, los poco más de dos millones en Hungría y las menos de 1.000 hectáreas en Portugal.
La OIV consideró que ante estos descensos y la caída probable de los viñedos de Estados Unidos y del hemisferio sur, excepto Chile, y si el ritmo de crecimiento del viñedo chino se reduce y la erosión del viñedo turco prosigue, el retroceso global de la superficie vitivinícola podría llegar a los 60 millones de hectáreas.