La Siberia, la joya de pinot noir de Juvé & Camps

Redacción

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Juvé & Camps presenta La Siberia, un nuevo cava Gran Reserva monovarietal de pinot noir. Procedente de las viñas de Espiells, La Siberia nace en un paraje excepcional, rodeado por un bosque y un torrente, situado en la parte más gélida de la finca homónima de este cava, de aquí el origen de su nombre.

La Siberia, la joya de pinot noir de Juvé & Camps 0

En esta zona se crea un microclima especial, diferenciado del resto de la finca por su situación. En invierno, el frío es más intenso, y en verano se crea un aire fresco debido a la existencia de este torrente que hace que las temperaturas no sean muy elevadas.

La plantación de la viña es de la variedad pinot noir y data de 1984. Hacia los años 80 se introdujeron en el Penedés las internacionales chardonnay y pinot noir. Sin embargo, dada su baja producción y su perfil diferenciado respecto a lo conocido en la zona, la mayoría se eliminaron. En Juvé & Camps se mantuvo una pequeña parcela de 5 hectáreas, que es la que hoy ofrece la pinot noir que ve nacer La Siberia. Unas viñas de 1984 sobre un suelo poco profundo con una presencia de roca madre formada por lutitas (arcillas compuestas de carbonatos de calcio y de magnesio). En este caso, las raíces de la vid se ven obligadas a penetrar por grietas de la roca madre para absorber sus nutrientes y agua. A más edad, las vides se adaptan mejor a este suelo y penetran con mayor profundidad. En las épocas de sequía también se muestran más resistentes, dejando claro que esta joya de producción limitada tiene su origen en un paraje único dentro de la propiedad de Juvé & Camps.

La Siberia presenta un hermoso color rosa pálido con matices salmón, fruto del reflejo de sus largos meses de crianza, más de 80 concretamente. Su efervescencia pausada llena la copa de rosarios de pequeñísimas burbujas que al llegar a la superficie ofrecen una corona estable. Su aroma es profundo, complejo y muy elegante. Las intensas notas de frutas rojas como cereza y grosellas coexisten con aromas propios del contacto con las lías, como el brioche y la mantequilla. A medida que La Siberia se va abriendo, aparece un tenue fondo de nueces. En boca, La Siberia se presenta con una gran estructura, rodeada de una agradable efervescencia que acaricia el paladar llenándolo de gratas sensaciones. Cremoso y fresco, dos sorpresas dada su larga crianza que expresan la grandeza de este cava. Su persistencia es notable y deja recuerdos de orejones, cerezas, nueces, repostería fina y un fondo mineral.