Cochinillo confitado con piña al cardamomo

COCHINILLO / PIÑA / CARDAMOMO

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Cochinillo confitado al cardamomo.

Quizá sea el cochinillo uno de los productos cárnicos menos utilizado por la gente de a pie. Parece que solo nombrar la palabra nos da pereza prepararlo y a la hora de decidir qué menú voy a hacer esta noche para estos amigos directamente lo borramos del panorama. No entra en nuestras quinielas y posiblemente sea por desconocimiento en la forma de prepararlo.

Esta es una deliciosa receta, sencilla, que saca el máximo partido al sabor del esta tiernísima y sabrosísima carne; la piña al cardamomo le dará el contrapunto, el toque refrescante y desengrasante.

Ponemos un cochinillo limpio entero abierto en canal en una bandeja de horno profunda con la piel hacia abajo, lo salpimentamos y condimentamos con cardamomo molido –muy poco, una pizquita- y otra de pimentón ahumado. Lo cubrimos en su totalidad con aceite de oliva virgen extra y finalmente con una tapa o en su defecto papel de aluminio, lo introducimos en el horno programado a 120 grados durante 6 horas.

Entre tanto hacemos un almíbar en proporción 1:1 en el que además echaremos una estrella de anís y 6 bolitas de cardamomo, posteriormente lo retiramos del fuego y dejamos entibiar, en ese momento introduciremos en el almíbar dados de piña fresca y los dejamos aromatizándose durante una hora, finalmente la retiramos, dejamos escurrir y guardamos en el refrigerador.

Una vez cocido el cochinillo lo dejamos enfriar y cuando esté tibio lo deshuesamos tirando suavemente de los huesos, lo más importante es que no se rompa la piel. Los tozos de carne que se hayan desprendido los distribuiremos homogéneamente por la superficie y con ayuda de papel fim enrollaremos la pieza como un brazo de gitano, con la piel hacia afuera y a la vez presionando mucho como si fuese un caramelo para que quede muy compacto. Guardamos en la nevera.

En el aceite de coción quedará el jugo del cochinillo, los separamos y luego lo colamos.

En el momento del pase cortamos medallones de unos dos centímetros y rustimos en la sartén por el lado de la piel, terminamos de calentar en el horno. Emplatamos colocando el medallón de pie para que se vea más la piel, salseamos con el jugo, colocamos unos tacos de piña frescos y espolvoreamos con un poquito de polvo de café y ya está listo. Yo hoy también le he puesto una rayita de puré de manzana que también le queda muy bien.