En un periodo de muy pocos años la cocina japonesa en España ha dado un salto notable. Términos como sushi, sashimi, wasabi, tempura o teriyaki no son ya palabras reservadas a una minoría de entendidos. El hecho de que se base en la mejor materia prima, en los ingredientes más frescos, la posiciona en la tendencia de la cocina moderna que hace del producto el eje de todo. Su ligereza y su estética contribuyen también a su éxito. En nuestro país hay una oferta muy notable que permite encontrar buenos restaurantes de cocina nipona en prácticamente todas las comunidades, desde Galicia hasta Canarias.
Pero es en Madrid donde alcanza niveles sobresalientes. Pocas ciudades en el mundo cuentan con una oferta tan abundante y de tanta calidad. Algo tiene que ver Ricardo Sanz, maestro de tantos jóvenes ‘sushiman’ que ahora brillan con luz propia. Su restaurante en el hotel Wellington es desde hace años una referencia. Como lo son el Kappo de Mario Payán, los 99 Sushi Bar de los hermanos León, el Ikigai de Yong Wu Nagahira, el Umiko de Juan Alcaide y Pablo Álvaro, recientemente trasladado a un espacio mucho más adecuado, o el Soy del purista Pedro Espina.
Sumen otros más modestos pero que nunca decepcionan como Txatei, Miki o Torikey. Sólo algunos ejemplos entre la variada oferta que encontramos en una ciudad donde, siguiendo la estela del éxito, se abre un nuevo japonés cada pocos días.
Por eso tiene mucho mérito la decisión de Álvaro Arbeloa de llevar a la capital su restaurante Takumi para competir en un mercado especialmente complicado por esa abundante oferta. Si usted es aficionado a la cocina japonesa seguro que conoce o al menos ha oído hablar de Takumi. Su nombre aparece siempre en cualquier lista de los mejores restaurantes nipones en España.
Arbeloa y su socio, Toshio Tsutsui, lo abrieron hace unos años en Marbella. Llegó luego un segundo en Málaga capital. Y ahora este tercero en el madrileño barrio de Salamanca, donde mantienen el excelente nivel de sus niguiris, su propuesta más destacada. Frente a esos niguiris de tamaño descomunal de los malos japoneses, imposibles de comer de un bocado, los de Takumi son especialmente pequeños. Solamente diez gramos de arroz, la misma cantidad que de pescado, lo que garantiza un equilibrio perfecto. Los que somos aficionados a esa cocina ya tenemos un sitio más donde disfrutarla.