Odiseo, un proyecto singular con estrella Michelin

Redacción

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Si hay un aspecto que llama la atención del nuevo estrella Michelin Odiseo es la arquitectura del edificio donde está enclavado, inspirada en el Partenón de Atenas. Creado e imaginado por Grupo Orenes, Odiseo fue concebido con el objetivo de situar la ciudad de Murcia en el mapa gastronómico.

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Odiseo es un proyecto que integra ocio, entretenimiento y disfrute con la cocina como hilo conductor cuyo nombre está inspirado en la obra de Homero. Su chef, Nazario Cano, la estrella Michelin es «una inyección de energía y motivación para todo el equipo en un año especialmente complicado para el sector y un reconocimiento al esfuerzo realizado». Supone, además, un espaldarazo a su carrera y a la decisión del cocinero de abandonar El Rodat, donde había conseguido ya su primera estrella en 2017. «Nos dio mucha pena dejar Jávea, pero estamos muy ilusionados con este proyecto tan especial donde esperamos dar continuidad y estabilidad a la estrella gracias también al apoyo de Grupo Orenes. Creemos que todavía tenemos mucho que dar; esto es solo el principio», apunta.

Como decíamos, la intención de la compañía es que Odiseo marque «un antes y un después» en la oferta turística del Mediterráneo, donde han querido «revolucionar el concepto de ocio integral aunando en un solo complejo la mejor oferta gastronómica con el mejor entretenimiento». Del mismo modo, el grupo agradece «a la organización de la Guía Michelin por elegirnos y reconocer al equipo de Odiseo por su gran trabajo, algo que sin duda nos impulsará a seguir creciendo”, afirman.

El chef

Según Nazario Cano (Alicante, 1973) su idilio con la profesión comenzó con «nueve años, por pura vocación». Su abuelo era pescador y su padre, cocinero en La Goleta, un restaurante de cocina tradicional en Alicante. De ahí, que el mar, los salazones, el olor a carbón y los caldos de pescado que hacían para los arroces marineros se encuentran entre sus primeros recuerdos. A los 12 años, siguió a su progenitor hasta El Delfín, donde descubrió productos como el caviar y la trufa, que se llevaba a casa «a escondidas para investigar» y de los que aun hoy no se ha desprendido su cocina. Más adelante trabajó junto a Ramón Roteta, Martín Berasategui, Ferrán Adriá, Manolo de la Osa o Norberto Jorge, de la arrocería Casa Benigna, con quien viajó a Francia para conocer los grandes comedores con dos y tres estrellas Michelin.

Nazario cuenta que «de cada maestro y de cada vivencia» fue absorbiendo algunos de los rasgos que hoy definen su cocina. Una cocina, que desde el restaurante definen como «tan osada en apariencia como esencial en el fondo; donde hay tanta reflexión como intuición -el chef explica que la propia materia prima es la que lo inspira-; que puede definirse como de autor pero también como de terruño, ya que se adapta a la despensa local del lugar en que se encuentra en cada momento; que resulta divertida (por estética, insólita, fácil de compartir…) pero, al mismo tiempo, reverencia un producto de primera y en la que se vale de técnicas como los salazones, ahumados, caldos o fumets para reforzar el sabor».

El proyecto Odiseo conforma el Bar Rojo donde Nazario ha diseñado una carta de cocina nikkei resultado de los cuatro años que vivió en Perú; y el restaurante gastronómico –premiado con su primera estrella Michelin– donde recoge, a través de los menús Aglaia (90 €) y Ares (60 €), su «esencia más pura». Según el chef, «la querencia al mar que heredé de mi abuelo; los arroces, la caza y el guiso que adquirí en Las Rejas; la precisión técnica de los padres de la vanguardia vasca; el gusto por la parrilla y el sarmiento del clásico comedor norteño; la reinterpretación de productos y recetas murcianas y mi manera de dar sentido y valor al concepto de mar y montaña en carnes o en pescados y mariscos».

Odiseo alberga, en sus 15.000 m2 distribuidos en sus tres alturas, los tres restaurantes de Nazario Cano, el renovado casino de Murcia, una sala de espectáculos, tres terrazas y una discoteca. Tiene capacidad para 2.000 personas, ha dado trabajo a más de 280 profesionales –entre ellos, 45 cocineros y una compañía teatral propia– y ha sido posible gracias a una inversión de 35 millones de euros por parte del Grupo Orenes. Además de la propuesta culinaria, destacan la arquitectura y el interiorismo de Odiseo, obra del murciano Manuel Clavel, y muy especialmente la piscina situada en la azotea del edificio que se posiciona como la piscina voladiza más grande de Europa y segunda del mundo.