Eran 13, ya son 14. Serán 15. José Avillez (uno de los tres cocineros portugueses con restaurante en Portugal alumbrados por dos estrellas Michelin) acaba de abrir nuevo restaurante y ya tiene perfilado el siguiente. Como ya avanzamos en 7canibales, el portugués se ha aliado con el argentino Estanis Carenzo (ex Sudestada, Madrid) para seguir dinamizando su barrio fetiche: Chiado (Rua Nova da Trindade, 13). El Grupo Avillez (Belcanto, Bairro do Avillez, Café Lisboa, Cantina Peruana, Za’atar…) sigue creciendo.
Se trata de Rei da China, que se inauguró este miércoles, y Casa dos Prazeres, que abrirá este 2 de abril, dos locales complementarios y adyacentes que centran su mirada en la gastronomía luso-asiática. Rei de China ejerce de gastrobar y plantea, explica Avillez, un lugar perfecto “para una comida rápida pero auténticamente asiática”. Inspirada en un clásico street food asiático, su carta se centra en las sopas, o en las «supersopas», como les llaman. “En la mayoría de los países asiáticos, los líquidos son muy importantes y están muy presentes en la vida cotidiana de los habitantes. En Portugal, en Lisboa, encontré una tradición coincidente: es muy interesante ver cuánto aman los portugueses la sopa. Portugal es, probablemente, el país europeo con la conexión emocional más fuerte con esta preparación”, explica Carenzo.
Además de todo tipo de sopas, Rei da China nace con una propuesta complementaria de snacks y petiscos “sin caldo”, con ingredientes, nombres y propuestas que viajan kilómetros (sándwich vietnamita; Bánh mì do budista, con berenjena frita, pepinillos asiáticos y cilantro; algas y calabaza asada con vinagreta de puerto y semillas de hinojo, o patatas fritas con mayonesa de miso y algas marinas y sésamo furikake).
Desde Rei da China, Avillez y Carenzo (que mantienen amistad desde que se conocieran en 2011) proponen entrar en otro universo esta vez más gastronómico. Al final de un pasaje oculto en el local se llega (se llegará, abre el 2 de abril) a Casa dos Prazeres. Éste está dividido asimismo en dos espacios: el bar, que recrea un club de Shanghai de los años 40 y que oferta cócteles que siguen la lógica del puente entre culturas (Lisbon Gimlet, Ippon o Melgroni), y el restaurante, al final de las escaleras, que recrea gastronómicamente la vinculación de Asia y Portugal “con ingredientes principalmente lusos pero retocados bajo un prisma asiático”, explican.
Entre otros platos, en las primeras cartas de Casa dos Prazeres aparece rollito de primavera vietnamita; Bulhão Pato de almejas “de vacaciones en el sudeste asiático”; satay de cordero asado al carbón; filete asado al carbón, con tomate y cacahuete nam prik); cerdo en vinha d’alhos curry (costillas de panceta de cerdo, vino de Madeira, tamarindo y zanahorias asadas), o diferentes tipos de curry.
Avillez no se aburre. Y ha encontrado amigo y chef para seguir soñando su barrio gastronómicamente universal.