Can Jubany apuesta por "una cocina de raíces y productos de proximidad"

Redacción

|

Así lo cree su responsable, Nandu Jubany (Monistrol de Calders, Barcelona, 1971), pupilo de Juan Mari Arzak o Martín Berasategui y jefe de cocina desde los 18 años, que se consolida en el panorama culinario español con un estilo que él mismo define como «cocina catalana de raíces, pero hecha por un cocinero que vive en este mundo».

«Buscamos sabores conocidos o sabores de antes que la gente ya no conoce porque no los ha comido nunca, siempre con productos de proximidad, no sólo de «kilómetro cero», sino también de todo lo que está en la región», ha explicado Jubany en una entrevista con Efeagro.

Aunque tiene como máxima «ayudar a los productores de la comarca» desde sus fogones, «Can Jubany» cultiva desde hace dos años su propio huerto, cuyos productos se han convertido ya en un aliciente de su carta, sobre todo «para la gente que viene de fuera», ya que permite un acceso privilegiado a los productos de la zona.

En este espacio de cultivo Jubany tiene casi 40 tipos de tomates, con una producción de temporada muy fuerte, que le permite hacer conservas para utilizar durante todo el año en sus creaciones.

Además, «Can Jubany», situado al lado del Parque Natural del Montseny -declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco-, juega con unas tierras muy ricas en setas, trufas y productos de caza, a los que está muy ligada su oferta gastronómica.

Una carta muy amplia, que abarca desde platos a la brasa, asados, pescados o guisos de invierno típicos catalanes como el «Cap i pota» (a base de morro y pie de ternera), los canelones o la «escudella».

Además, Nandu Jubany gestiona un restaurante de menús, en el que se sirven desayunos y comidas, y un hotel, dos líneas de negocio que que permiten «sostener» la calidad de su restaurante gastronómico.

Ahora tiene en proyecto inaugurar uno de tapas en Nueva York, donde «hay una demanda increíble de cocina española de tapas y en miniatura», ha subrayado.

Mientras busca «el sitio adecuado» para abrirlo, Jubany sigue apostando por cuidar su restaurante del Montseny, la masía de sus sueños, premiado con una Estrella Michelín, y se perfila para lograr la segunda, algo en lo que piensa, «aunque no demasiado», porque «lo importante es que la gente salga contenta».

Su primera apuesta es «que el cliente esté cómodo» y por ello, en los últimos meses, ha mejorado su puesta en escena y duplicado su plantilla.

«Sabemos que podemos jugar en primera división», ha concluido Jubany, que además de gestionar sus negocios imparte un curso de cocina en la Universidad de Harvard, junto a otros maestros liderados por Ferran Adrià.

Fuente: «Agencia EFE».