Más que un simple espacio para comer, Lieva se presenta al mundo como un refugio gastronómico en la dehesa, un lugar donde todo fluye y en el que la cocina alimenta el cuerpo y también el alma, en perfecta armonía con el paisaje que lo envuelve. Su ubicación entre Jabugo y Aracena ya lo sitúa en pleno paraíso ibérico. Ahora toca comérselo.
Javier Abascal, conocido por su exitosa carrera en Sevilla con Lalola, regresa ahora a sus raíces con la misión de rendir homenaje a la tierra que lo vio crecer como cocinero. Lieva es una extensión de su visión, una apuesta firme por los productos locales y una conexión íntima con la naturaleza que rodea al restaurante. La sostenibilidad está al frente.
Y es que aunque el reconocimiento le ha llegado por su trabajo de una década en Lalola, referente nacional en la cocina del cerdo ibérico reconocido por Michelin y Repsol, pocos saben que sus primeros pasos en la cocina fueron en la sierra de Huelva, donde nació su amor por los sabores autóctonos y los productos locales. Tras adquirir experiencia en la zona, su pasión por el cerdo ibérico y la cocina de la dehesa se fue consolidando, hasta convertirlo en el eje central de su propuesta allá donde vaya.
Abascal nunca ha perdido de vista su objetivo de regresar a la tierra que lo formó como cocinero. Así nació Lieva el pasado agosto, un restaurante donde Javi busca servir comida al tiempo que agradece al territorio todo lo que le ha dado a nivel profesional y personal. Para él, este proyecto es mucho más que un negocio; es un regreso a los orígenes y un proyecto de vida.
Evidentemente, Lieva no supone una ruptura con Sevilla, sino una evolución. En este nuevo espacio ha llevado los principios que le dieron éxito en Lalola (que pronto celebra su decimo aniversario de la mano de Andoni Luis Aduriz) a un nuevo nivel. Ahora, la dehesa onubense no sólo es su inspiración, sino también su escenario definitivo, donde espera culminar su trayectoria profesional.
En Lieva buscan que la gastronomía se convierta en una extensión del paisaje de la sierra de Huelva, donde el protagonismo lo asume el cerdo ibérico, junto a otros ingredientes destacados e icónicos de la provincia. La carta refleja un profundo respeto por la temporalidad del producto local, con un guiño constante a la tradición rural que caracteriza la dehesa.
La propuesta de Lieva abarca tanto lo sencillo como lo sofisticado, lo clásico y lo contemporáneo. Por ejemplo, los embutidos y cortes fríos con los que empieza la carta son una primera invitación a degustar la dehesa a bocados, como una tabla de embutidos que demuestra el poderío de los sabores curados de la zona, o la selección de quesos que marida perfectamente con este entorno rústico. La carta va evolucionando en complejidad conforme avanzan las opciones y se recibe el cariño del equipo de sala con Iván y Carmen, que lo han dejado todo por irse a vivir allí con infinita fe en el proyecto.
Uno de los aspectos más interesantes es cómo el menú de entrantes juega con texturas y temperaturas. Platos como la ensaladilla con salchicha de Aroche aportan un enfoque fresco y tradicional de matalahúva típica de Aroche, mientras que el brioche de carrillera introduce una calidez que prepara el paladar para los platos fuertes, donde el cerdo ibérico, una vez más, se erige como el rey.
El verdadero núcleo de la carta se encuentra en los platos de cuchara y la tradición de la sierra, donde Abascal profundiza en la herencia del cuchareo de la región con opciones como la carrillera al romero con pochas o el ragú de caza con ñoquis de patata. Estos platos, cocinados a ritmo lento, llenan el estómago y evocan la cocina de antaño, ofreciendo una experiencia reconfortante y cargada de memoria.
A pesar de la preeminencia del cerdo ibérico, la presencia de pescados en la cara demuestra que Lieva también sabe aprovechar la cercanía al Atlántico. Platos como el choco de Huelva o el bacalao al pilpil equilibran la oferta gastronómica, introduciendo sabores frescos del mar que complementan a la perfección la robustez de las carnes, que además de ser de cerdo ibérico también pueden ser caza mayor, menor o ternera..
Cada plato está pensado para conectar al comensal con Huelva y su tradición. La fusión entre lo rústico y lo innovador es constante, el uso de ingredientes de proximidad respeta la sostenibilidad y eleva el sabor a un nivel gastronómico que se escapa de lo convencional que se puede encontrar por la zona.
Más allá de la comida, Lieva es una oportunidad para desconectar y reconectar con lo esencial. Sus casas rurales invitan a prolongar la experiencia, ofreciendo la posibilidad de sumergirse completamente en el entorno natural. Aquí no sólo se disfruta de una comida excelente, sino que te llevas contigo una vivencia completa, donde la gastronomía y el entorno se entrelazan en una misma narrativa.