Los robots llegan a la sala del restaurante

Mónica Ramírez

|

No es el primer local que incorpora un «camarero» tecnológico -en Pamplona, Valencia o Sevilla existen ya los primeros ejemplos- pero la introducción de un robot para ayudar al equipo de sala, siempre es noticia en nuestro país. La última en sumarse a esta tímida -por ahora- tendencia es María José San Román.

Los robots llegan a la sala del restaurante 0

El mundo tecnológico-digital está tan presente en nuestras vidas desde hace años que, actualmente, nos sería muy difícil -acaso imposible- realizar ciertas tareas sin acudir a él. Y lo que la evolución de los tiempos y el conocimiento nos ha propiciado, el covid lo está acelerando. El mundo higienizado, donde el contacto se veta o se evita lo máximo posible, ha incentivado la adopción de algunas tendencias que ya se vislumbran en otros países: la incorporación de robots para realizar tareas que, hasta hace poco, la llevaban a cabo personas. Un caso claro lo vemos en Japón, donde el hotel Henn-na está regentado, principalmente, por robots. Un humanoide atiende la recepción y un pequeño muñeco -ubicado en cada habitación- apaga y enciende luces, informa del tiempo y en breve  -gracias a los avanzados sistemas de reconocimiento facial- reconocerá y saludará por su nombre a cada cliente, entre otras singularidades. En otros países, vemos como en hostelería se pasean por la sala pequeños robots trayendo y recogiendo platos. Una tendencia que, tímidamente, ha llegado también a España.

En locales como el Bar Baviera, de Pamplona; el Crensa de Valencia o La Gitana Loca de Sevilla cuentan con este tipo de tecnología. De hecho, fueron de los primeros.

Estos días, otro de los locales que se incorporaba a esta tendencia es la Terraza del Gourmet, en Alicante, a cargo de la cocinera María José San Román. El nuevo miembro del equipo es un androide cuya tarea es la de dar apoyo al personal de sala.

El debate está servido, ¿sustituirán los robots a los camareros? Por ahora, a algunos de los clientes preguntados afirman que aunque están satisfechos por el servicio «siguen prefiriendo a las personas».