Sevilla-Gastromium - Fernando Huidobro

Fernando Huidobro

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El aeropuerto gastronómico sevillano ha inaugurado nueva línea Sevilla-Alta Cocina. Viene a paliar la endémica escasez de altos vuelos culinarios de una ciudad que merece ser destino codiciado por restauradores y cocineros. Los controladores gastrós en la zona llevamos años de caceroladas para pedir una mejora de condiciones estomacales, cansados y ahítos de aterrizar como podemos en tanta pista de jamón y gambas. Elegimos un mal lugar para dejar el aerored y el mabogastrol.

GastromniumComo Gastromium ha sido bautizado este buque insignia que acaba de iniciar su despegue sin estruendos ni troníos, su itinerario de buena cocina le dará en breve mando en plaza. La nave ha sido perfectamente equipada: aparataje en cocina con sobrada potencia para tirar millas; bodega de variada y acertada selección; sala de sobrio, moderno, amplio y elegante montaje con preciosista iluminación; complementos de mesa cuidados con mimo y buen gusto. Un pedazo de cacharro.

A los mandos en cabina están tres pilotos piraos por la cocina que se han jugado pellejo y patrimonio en el proyecto. Tres valientes sin paracaídas pero con red. La que les da su experiencia, ilusión, claras ideas y maestría. Apuestan por el producto de calidad, el trabajo en equipo, la sintonía personal y el diálogo en desarrollo de menús, en el buen planteamiento de sus platos y en su esmerada ejecución y técnica.

Proponen ancas de rana, carabineros y otras entradas muy apetecibles y golosas donde demuestran imaginación, atrevimiento, equilibrio y saber hacer. El foie que cocinan con método Adúriz es excepcional e imposible de disfrutar a este lado de Despeñaperros, sólo por degustarlo merece la pena ir. La carne con técnica de igual procedencia y el inusual canetón son espectaculares. Sabores veraces sometidos a control. Los postres impecables, complejos, ensamblados, imposibles de no acabar.

Acompasados en sala a la perfección e igual ilusión, con simpatía, intuición e inteligencia, el todo es una realidad prometedora de gran restaurante. Ojalá se cumpla la premonición. Celebremos esta capacidad y oportunidad de viajar al buen gusto ¡Bon Voyage!