Les voy a contar la locura de un hombre prodigioso. Se trata de lo que hizo un pintor de brocha gorda llamado Rafel Guillot este domingo al mediodía. En un lugar del Ampurdán llamado Creixell, cerca de Figueres, se celebra desde hace 17 años la Fira i Festa de l’Allioli -Feria y Fiesta del Alioli-, que incluye un concurso de elaboradores de esta salsa. En media hora, cada concursante tiene que emulsionar su alioli. Solamente puede usar ajo, aceite y sal, y si lo precisan, vinagre, zumo de limón o de naranja agria. Guillot, este señor del que les he hablado, majó en un mortero 1,5 quilos de ajos, en unos veinte minutos y luego, en los diez minutos restantes, le echó la friolera de doce litros de aceite y eso de un cuarto de litro de jugo de limón. Pero, cuidado! Emulsionó el ajiaceite a mano. No es la primera vez. El domingo solo pudo elaborar 12,435 gramos de alioli en la media hora que dura el concurso, por lo que se quedó a 10 gramos de su propio récord del mundo. El aceite no lo echa de golpe: va a razón de un litro por minuto y lo mete de golpe, sin que se le corte. Lo mezcla con su potente y rápida mano de pintor. Su récord de capacidad mezcladora está en doce segundos para emulsionar un litro de aceite echado de golpe. Xavier Sagristà estava de jurado de este concurso y, como yo, quedó sorprendido: «Vaya tipo, y sin Thermomix y sin xantana!»